Capítulo 108. •Esteban James•
-Ana Mayer-Sígueme en mi penumbra y encontrarás la luz que necesitas.El cálido viento traía consigo una variedad de olores, aquellos que eran tan reconocidos, y sublimes, café, panecillos, mantequilla y canela, un éxtasis de perfumes en el ambiente.««Ana Mayer caminaba deprisa sosteniendo una bandeja con dos cafés capuchinos completamente llenos, a su lado había dos enormes donas, una de ellas con relleno de frutos rojos y la otra con una exuberante vainilla, aunque le hubiese encantado darle una mordida a alguno de estos panecillos, no tenía ni el tiempo ni mucho menos un momento adecuado, su trabajo era simple y trataba de ser eficaz en el.Mesera ese empleado encargado de anotar órdenes y servirlas, con una dosis adicional de soportar el mal genio de los clientes, así como su trato, pero todo lo que hacía, era por algo, y por alguien»»Centro de Nueva York 6:00 PM.—Regresa ese café, dame una dona y un té— me dijo la mujer con mal genio, rodé los ojos. Ya era la segunda ocasión
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