Lo miro con tristeza. —¿Por qué hablas como si te estuvieras despidiendo? Nos queda un día, podemos hacer todo lo que queramos mañana. Ahora no te vayas de mi lado, por favor... —Me aferro a su pecho, con mis brazos rodeo su espalda, como si pudiera así retenerlo para que no desaparezca—. Sabes que también te amo, lo sabes.—No iré a ningún lugar, aquí me quedaré contigo, amor. —Besa mi cabello, una y otra vez—. Cálmate y duerme, que yo estaré aquí mañana y todos los días hasta que seamos viejos...Sus caricias en mi espalda y cabello terminan por tranquilizarme luego de un largo rato hasta conseguir el sueño, sin embargo, en medio de la madrugada tengo una horrible pesadilla, por lo que despierto y busco a mi pelicastaño favorito, el que se encuentra durmiendo abrazado a mí. Sonrío al verlo aquí conmigo, pero de repente se me escapa un sollozo horrizado cuando parece que comienzo a caer en un profundo hoyo negro, el cual me traga solo a mí rápidamente. Grito, pido ayuda y trato de s
Leer más