—Ya sabes que tienes que superarlo en todo lo que puedas, Mikla —jugué con mis dedos nervioso, observando a mi hermano. Él tenía la presión de nuestro padre, siempre tenía que ser el número uno, aunque tenga que trabajar con él. Medio sonreí, terminando de comer—, solo te digo que, aunque estés trabajando en el mismo set que él, y que sea tú pareja de la serie, puedes fingir ser su amigo, llevarse bien, y cuando terminen las promociones o sea lo que sea que hagan, vuelves a odiarlo. Cómo lo has hecho toda la vida. ¿Entendiste?—Si, padre. Siempre lo he entendido —apreté su mano en forma de apoyo. Mikla asintió con una media sonrisa en sus labios—, gracias por su apoyo, los quiero mucho.—Terminé, estoy muy cansado, quiero irme a dormir. Buenas noches papá, y mamá —contesté.Mi madre se levantó acariciándome el cabello, para después dejarme un beso en la mejilla. Luego, mi padre me dio su sonrisa de aprobación. Suspirando, subí las escaleras para llegar a mi habitación. Me acosté en la
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