Samara se dio por vencida cuando luchó por una hora contra el cuerpo de André, y no obtuvo resultado.Connor se había ido dejando el café, que ahora debía estar helado en la mesita, y ella decidió no forzar sus brazos que ya le dolían.Se removió dejando caer su cuerpo hacia atrás contra la almohada, y ella pudo notar como el hombre se acomodaba para quedar lo más abrazado a ella posible.—¿André? ¿Estás despierto? Estoy agotada, pesas mucho… yo… —la boca de Samara soltó el aire, y colocando un brazo encima de su cabeza, cerró los ojos, mientras la otra mano la dejó extendida hacia abajo, al lado de su cuerpo.Era demasiado tarde, y por la lucha que tuvo que ejercer, su cuerpo se fue soltando, y poco a poco fue cediendo al sueño…En cuanto André escuchó la respiración lenta de Samara, abrió los ojos sin moverse del lugar. Era imposible quedarse dormido después de haber abusado de todo lo que consumió y bebió, y, además, de este olor a… «Dulce», que Samara desprendía de su cuerpo.Giró
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