Inicio / Romántica / Hasta que salga el sol / Capítulo 41 - Capítulo 50
Todos los capítulos de Hasta que salga el sol: Capítulo 41 - Capítulo 50
51 chapters
Capítulo 40
MarioA pesar de todo lo que estaba por venir, tenía una sola cosa clara, y es no mentirme a mí mismo. No esperar con las manos cruzadas mientras la mujer que amo se adentraba en un mundo que quizás la llegue a lastimar. Una cosa fue aceptar su plan y la otra es dejar que se arriesgase sola.El día que supe que se iba a verse con el duque de Baden, automáticamente tomé el control. Averigüe en qué terminal iba a aterrizar y éste se sorprendió verme ahí. Claro está, me conocía como empresario y jamás pensé que el famoso duque fuera empresario también, que él gobernaba la mejor empresa de seguridad de Alemania.Cenamos juntos y le conté sobre Leyna.—Al principio se sorprendió, pero después se lo tomó con calma y la verdad que siendo más joven que yo, puedo decir que tiene una madurez increíblemente audaz. — Le estaba contando a Leyna todo lo sucedido y que él no era mi amigo de antes ni nada, pero lo que hizo por nosotros en el día de hoy, siempre se lo estaré agradeciendo.—Sí, a mí ta
Leer más
Capítulo 41
LeynaNo voy a negar que sentí esa inclinación terrorífica de dar todo por perdido cuando mi hermano no cedía a aceptar lo que, evidentemente, deseé como nunca. Insistí por mi decisión y al final acabé ganando la guerra a ese corazón helado que Dios le había dado a Volker. Aunque en el fondo sé que se derrite con mimos y palabras coherentes.—¿Qué te pasa? — llegué a Amelia después de dejar a Volker y a Mario solos. Ambos tenían varias conversaciones pendientes.—No le creas a ese hermano que tienes, que no es un puto santo. Y me da rabia que se interponga entre dos personas por el simple hecho de que se trate de ti y su amigo... ah y bueno de la edad también, este es un dato importante.Fruncí el ceño y tomé asiento a su lado. Sobre el borde de la cama mientras soltó el libro que tenía entre las manos.—No sé si darte las gracias y después reírme por tu enfado con él, o darte primero la noticia y después reírme y darte las gracias.—¿Qué quieres decir?—Quiero decir que cuando te fui
Leer más
Capítulo 42
LeynaAlgunas veces y no digo que sea fácil, pero si confiamos tan solo un poquito veremos que las cosas buenas están por llegar. Yo confié y me arriesgué, le dije al miedo que no podía conmigo por mucho que me acompañara a lo largo de la historia, le gané a un simple sueño y lo hice realidad. Porque hay mañanas en las que sale el sol y hay otras que te lo tienes que imaginar. Para mí siempre salía el sol por muy gris que hubiese amanecido ese día.Al abrir los ojos y más feliz que nunca, lo primero que vi fue a ese sol que me recordó que hoy iba a ser un buen día. Que un día como hoy, había llegado al mundo para revolucionarlo y este me revolucionara a mí. Con la primera sonrisa me encontré a mi sueño cumplido, Mario. Acarició mi hombro desnudo y con un beso largo, intenso y pasional me felicitó—. Que cumplas muchos más, siempre e igual que hoy, a mi lado.—Que así sea, mi vida.No todos los días se cumplen los dieciocho, así que tenía la intención de hacerlo inolvidable.A base de r
Leer más
Capítulo 43
VolkerEra irónico, ¿verdad? Ver como la amiga de tu hermana, riéndose con otro y como otro disfruta de su presencia, parece surrealista que esté molesto y ahogándome en alcohol por alguien que se coló audazmente en mi cabeza.Mientras mi hermana y Mario se juraban amor eterno, y él haciéndola su prometida, mi mirada va directa a la de Amelia, que sorprendida por lo que veían todos, me miró, con ese vestido blanco de seda que recorre su piel, su anatomía. Por muy qué hurgué en su mirada, no encontraba respuesta a lo que me tenía tan perdido.—¡Felicidades! — me acerqué a ellos y Mario me sonríe.—Gracias, hermano, espero que tú también llegues a tirarte a la piscina.—Mi piscina está llena de espinas. No creo— le guiñé un ojo negado y Leyna pone los ojos en blanco.—Quizás solo necesites un empujón— mi hermana señala con la cabeza hacia su amiga—, quizás ella te lo esté dando y tú no te estás dando cuenta por qué te ahogas con unos celos que puedes evitar si realmente eso es lo que de
Leer más
Capítulo 44
LeynaEncontrarás el amor verdadero cuando no le tengas que pedirle nada, cuando su atención es por y para ti, cuando habites sus pensamientos y sus sueños, cuando vives un presente mientras piensa en un futuro a tu lado. Entonces en ese preciso momento, cuando lo sientas así, es cuando te darás cuenta de que no necesitas de nadie más, que con su amor lo tienes todo e incluso él mismo sol, y de noche te regale la luna.Me había comprometido con el amor de mi vida, con el que me da todo y yo se lo doy también. El que está conmigo en las buenas y en las malas. En los días de sol y en los que este no sale porque se oculta bajo una nube gris. Está conmigo cuando mis sueños se desmoronan y él me recuerda el propósito del porqué los estaba cumpliendo. Y entonces él me ayuda a buscar esa luz que pensé que se había apagado en el camino. Y sí..., creo que esto es amor.Amelia había vuelto a Londres, y yo estaba pasando unos días más en España, Volker se encerraba en su habitación y no salía de
Leer más
Capítulo 45
VolkerY al final, la dejé ir. Me volví cobarde y no la retuve conmigo el día que puso el pie en el aeropuerto, pensé que no iba a funcionar y la dejé marchar, y ahora me había dado cuenta de que me la habían robado entre las manos y no podía hacer nada más que correr a un mar inalcanzable.—Quieres tranquilizarte, Volker— Mario intenta conseguir lo que ahora mismo era imposible.—El tipo salió, ¿entiendes lo que quiere decir eso? Es un agresor. Se supone que tenía que protegerla tanto a ella como a mi hermana de ese individuo. Y fíjate cómo acabó.—Hay un lugar donde ella solía ir con él— Leyna dijo y me centre en ella. El avión volaba y mi estómago estaba revuelto con tanto nervio.—Hay una casa alejada de la ciudad. Él la llevaba ahí los fines de semana. Supongo que si el móvil está encendido también podemos detectar la ubicación.—¿Ella te dijo algo estos últimos días?Negué porque, como dije antes, no hablé con ella al estar liada con todo lo que había sucedido con Lili.—No le h
Leer más
Capítulo 46
MarioY al final, no nos damos cuenta de cómo empezó hasta que te enteras de cómo quieres que acabe, entonces es cuando entendiste que no se elige si no se acepta lo que ya estaba predestinado para nosotros. Hoy en día puedo decir que mi destino siempre estuvo al lado de ella. Que si no fuera por su valentía, quizás no hubiéramos llegado a ser lo que éramos ahora mismo, mi prometida, mi amiga, mi amante, mi mujer, mi futuro.—¿Dónde está? — Leyna llega a mí al verme parado frente a la casa de la madre de Amelia.—Está con tu hermano, cálmate. Ella está bien y solo fue un susto de nada.—Gracias a Dios— acaricié sus mejillas mientras siento como su cuerpo descargaba esa tensión que nos azotó a todos.—¿Estás bien?—Solo un poco confusa, no entiendo por qué Amelia no me llamó.—A veces estar solo es la mejor compañía que necesita uno.—No sé, pero estaba rara desde que llegamos a casa la noche de mi cumpleaños.Sonreí.—Quizás tu hermano tenga algo que ver con eso. Pero todo a su tiempo
Leer más
Capítulo 47
LeynaEn la vida, hay que lavarse la cara cuando las lágrimas marcan nuestro rostro, porque no nacimos para llorar cuando alguien nos lastime o cuando la misma vida nos ponga a prueba, porque llorar por alguien es como darle importancia a esa persona cuando realmente no es así, cada individuo nació solo y el día que muera lo hará solo. Así que, piensa que el amor es bonito, claro que lo es, con la persona indicada, con la que nos enseña que la vida vale más de lo que nos ofrece. Que un para siempre puede ser y un hasta siempre también.Yo, a mi corta edad, me había atado con un lazo invisible a un ser que no sabía cómo iba a acabar, quizás triunfaba el amor, o tal vez no, hoy en día puedo decir que triunfó. Que gané, ambos ganamos y ahora soy plena, llena de felicidad y amor.—¿Qué, que? — con la boca abierta de la sorpresa, Amelia sonreía mientras me contaba lo que había ocurrido con mi hermano.—Al fin se dio.—Por fin, amiga. Mi hermano es duro, pero se ablanda cuando se ve entre l
Leer más
Capítulo 48
PENÚLTIMO CAPÍTULOLeynaAterrizando en tierras alemanas, lo primero que percibimos fue el lujoso auto que nos esperaba, dentro estaba el chofer que Lars había puesto a nuestra disposición.No voy a negar que estaba nerviosa, porque estaría mintiendo. Estaba que temblaba y Mario me pedía calma cada segundo. No sé, pero algo me decía que al conocer a esa familia que se ocultó bajo la voluntad de mi padre, iba a despertar en mí ese anhelo que siempre tengo hacia mis padres, el ver a la madre de mi padre, sus hermanas e incluso la abuela de Lars. La cual es la tía de mi padre.—Tranquila, hermana—Volker llama mi atención al ver que Mario no calmaba lo que mi interior trasmitía a mi exterior—, ellos están igual o más nerviosos que tú.Amelia me sonrió y asentí, mientras Mario me dio un beso casto en la mejilla.Íbamos a cerrar otra etapa y eso conllevaba una emoción que atacaba al sistema nervioso de una manera que no te deja pensar con claridad.Al llegar a esa gran mansión. Mi piel se e
Leer más
Capítulo 49
ÚLTIMO CAPÍTULOVolkerEn ocasiones pienso en como mi vida cambió de una manera tan de repente que ni yo mismo me lo creo. Acabar por aceptar la relación de Leyna. Que mi mejor amigo sea el prometido de mi hermana y encima terminé enamorado de la mejor amiga de mi hermana, y por último, pero no menos importante, acepté ser el heredero del título que un día me dejó mi padre y que yo rechacé, si me lo cuenta no me lo creo.Pero el camino de uno es así, las piedras son importantes para tropezar y aprender a no caerse de nuevo con las mismas que nos hicieron ver suelo, creer y dejar que todo fluya de la manera más sana es la mejor opción que podemos optar. Y dejarse llevar por ese sentimiento tan bonito es igual que ser feliz sin esperar a serlo.—¿Hola? — dije al contestar la llamada, ese número era de ella. De Macarena—Hola, Volker.—¿Qué tal estás? — amablemente pregunté. Entre ella y yo no había rencor porque no acabamos mal, ella me pidió un tiempo y yo se lo di.—La verdad, extrañá
Leer más