LeynaEncontrarás el amor verdadero cuando no le tengas que pedirle nada, cuando su atención es por y para ti, cuando habites sus pensamientos y sus sueños, cuando vives un presente mientras piensa en un futuro a tu lado. Entonces en ese preciso momento, cuando lo sientas así, es cuando te darás cuenta de que no necesitas de nadie más, que con su amor lo tienes todo e incluso él mismo sol, y de noche te regale la luna.Me había comprometido con el amor de mi vida, con el que me da todo y yo se lo doy también. El que está conmigo en las buenas y en las malas. En los días de sol y en los que este no sale porque se oculta bajo una nube gris. Está conmigo cuando mis sueños se desmoronan y él me recuerda el propósito del porqué los estaba cumpliendo. Y entonces él me ayuda a buscar esa luz que pensé que se había apagado en el camino. Y sí..., creo que esto es amor.Amelia había vuelto a Londres, y yo estaba pasando unos días más en España, Volker se encerraba en su habitación y no salía de
VolkerY al final, la dejé ir. Me volví cobarde y no la retuve conmigo el día que puso el pie en el aeropuerto, pensé que no iba a funcionar y la dejé marchar, y ahora me había dado cuenta de que me la habían robado entre las manos y no podía hacer nada más que correr a un mar inalcanzable.—Quieres tranquilizarte, Volker— Mario intenta conseguir lo que ahora mismo era imposible.—El tipo salió, ¿entiendes lo que quiere decir eso? Es un agresor. Se supone que tenía que protegerla tanto a ella como a mi hermana de ese individuo. Y fíjate cómo acabó.—Hay un lugar donde ella solía ir con él— Leyna dijo y me centre en ella. El avión volaba y mi estómago estaba revuelto con tanto nervio.—Hay una casa alejada de la ciudad. Él la llevaba ahí los fines de semana. Supongo que si el móvil está encendido también podemos detectar la ubicación.—¿Ella te dijo algo estos últimos días?Negué porque, como dije antes, no hablé con ella al estar liada con todo lo que había sucedido con Lili.—No le h
MarioY al final, no nos damos cuenta de cómo empezó hasta que te enteras de cómo quieres que acabe, entonces es cuando entendiste que no se elige si no se acepta lo que ya estaba predestinado para nosotros. Hoy en día puedo decir que mi destino siempre estuvo al lado de ella. Que si no fuera por su valentía, quizás no hubiéramos llegado a ser lo que éramos ahora mismo, mi prometida, mi amiga, mi amante, mi mujer, mi futuro.—¿Dónde está? — Leyna llega a mí al verme parado frente a la casa de la madre de Amelia.—Está con tu hermano, cálmate. Ella está bien y solo fue un susto de nada.—Gracias a Dios— acaricié sus mejillas mientras siento como su cuerpo descargaba esa tensión que nos azotó a todos.—¿Estás bien?—Solo un poco confusa, no entiendo por qué Amelia no me llamó.—A veces estar solo es la mejor compañía que necesita uno.—No sé, pero estaba rara desde que llegamos a casa la noche de mi cumpleaños.Sonreí.—Quizás tu hermano tenga algo que ver con eso. Pero todo a su tiempo
LeynaEn la vida, hay que lavarse la cara cuando las lágrimas marcan nuestro rostro, porque no nacimos para llorar cuando alguien nos lastime o cuando la misma vida nos ponga a prueba, porque llorar por alguien es como darle importancia a esa persona cuando realmente no es así, cada individuo nació solo y el día que muera lo hará solo. Así que, piensa que el amor es bonito, claro que lo es, con la persona indicada, con la que nos enseña que la vida vale más de lo que nos ofrece. Que un para siempre puede ser y un hasta siempre también.Yo, a mi corta edad, me había atado con un lazo invisible a un ser que no sabía cómo iba a acabar, quizás triunfaba el amor, o tal vez no, hoy en día puedo decir que triunfó. Que gané, ambos ganamos y ahora soy plena, llena de felicidad y amor.—¿Qué, que? — con la boca abierta de la sorpresa, Amelia sonreía mientras me contaba lo que había ocurrido con mi hermano.—Al fin se dio.—Por fin, amiga. Mi hermano es duro, pero se ablanda cuando se ve entre l
PENÚLTIMO CAPÍTULOLeynaAterrizando en tierras alemanas, lo primero que percibimos fue el lujoso auto que nos esperaba, dentro estaba el chofer que Lars había puesto a nuestra disposición.No voy a negar que estaba nerviosa, porque estaría mintiendo. Estaba que temblaba y Mario me pedía calma cada segundo. No sé, pero algo me decía que al conocer a esa familia que se ocultó bajo la voluntad de mi padre, iba a despertar en mí ese anhelo que siempre tengo hacia mis padres, el ver a la madre de mi padre, sus hermanas e incluso la abuela de Lars. La cual es la tía de mi padre.—Tranquila, hermana—Volker llama mi atención al ver que Mario no calmaba lo que mi interior trasmitía a mi exterior—, ellos están igual o más nerviosos que tú.Amelia me sonrió y asentí, mientras Mario me dio un beso casto en la mejilla.Íbamos a cerrar otra etapa y eso conllevaba una emoción que atacaba al sistema nervioso de una manera que no te deja pensar con claridad.Al llegar a esa gran mansión. Mi piel se e
ÚLTIMO CAPÍTULOVolkerEn ocasiones pienso en como mi vida cambió de una manera tan de repente que ni yo mismo me lo creo. Acabar por aceptar la relación de Leyna. Que mi mejor amigo sea el prometido de mi hermana y encima terminé enamorado de la mejor amiga de mi hermana, y por último, pero no menos importante, acepté ser el heredero del título que un día me dejó mi padre y que yo rechacé, si me lo cuenta no me lo creo.Pero el camino de uno es así, las piedras son importantes para tropezar y aprender a no caerse de nuevo con las mismas que nos hicieron ver suelo, creer y dejar que todo fluya de la manera más sana es la mejor opción que podemos optar. Y dejarse llevar por ese sentimiento tan bonito es igual que ser feliz sin esperar a serlo.—¿Hola? — dije al contestar la llamada, ese número era de ella. De Macarena—Hola, Volker.—¿Qué tal estás? — amablemente pregunté. Entre ella y yo no había rencor porque no acabamos mal, ella me pidió un tiempo y yo se lo di.—La verdad, extrañá
LeynaAún recuerdo cuando aún no tenía nada entre mis manos y solo tenía la mirada de él, una que no era la que deseaba, ya que no era la misma que le dedicaba. Aún pienso en las noches en las que me las pasé soñando con un nosotros y que hoy en día lo había conseguido. Era un nosotros. Un Mario y yo.Creo que cada quien debe de pensar en cómo hacer realidad sus sueños, aunque a veces parecen inaceptables e imposibles, créame que es solo una manera de verlo. Porque lo mío también era algo imposible y lo hice posible a base de darlo todo, pero siempre teniendo amor propio. Decidida y sin miedos, aunque los oculté detrás de la piel.—No te entiendo, ¿por qué debemos viajar a España, Mario? — asustada pregunté a mi prometido—. ¿Le pasó algo a Volker?Negó nervioso—. No, mi vida. Solo necesito darle una sorpresa a Chloé, Abel me dijo que estaba embarazada y quería sorprenderla con nuestra presencia y felicitarla.Fruncí el ceño. Pero en parte me alegraba por Abel y Chloé.—¿Está embarazada
La vida es una sola y la mía la quería compartir con él, sí, él es lo prohibido para mí. Él es el hombre que debí evitar a toda costa y no enamorarme de él por muy que su atractivo alarmara cada una de mis células. Él es con el que sueño todas las noches y mi pesadilla empieza al despertar y darme cuenta de que solo fue un sueño.La vida es una sola, tan solo una y somos dueños de decidir con quién queremos vivirla, pero yo no puedo escogerlo a él. ¿Y saben por qué?Por qué él es Mario Molina, el mejor amigo de mi hermano mayor y no solo eso, yo solo tengo diecisiete años y él treinta y uno.¿Ahora me entienden c