Ese día apenas logró dormir un par de horas. Nada malo en sí había pasado, sus amigos estaban a salvo y probablemente había evitado que la ronda anterior se convirtiera en una masacre, con la inesperada ayuda de un vampiro, pero así había sido; Sin embargo, las posibles consecuencias de haber aceptado esa colaboración, incluso sin saberlo, le preocupaban, especialmente porque no parecía tener poder de decisión al respecto. No sólo estaba ahí como un entretenimiento, lo cual visto de esa forma ya era bastante humillante, si no que se había convertido en un juguete de los vampiros que la usaban en sus luchas por el poder sin que pudiera evitarlo, venga que ni siquiera se daba cuenta de en que formas estaban jugando con ella. Cuando los llamaron, diez minutos antes de que tuvieran que salir al pasillo, sus ojos ya estaban abiertos, pero no tenía ganas de salir de la cama, así que Jackie tuvo que llamarla. Se levantó de mala gana, trató de ponerse medio d
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