Marco Qué reconfortante era tenerla en mis brazos, no esperaba la reacción que tuvo ante lo que le conté, supongo que debe ser el embarazo, deseaba indagar que sentimientos le había provocado, pero preferí abstenerme de hacerlo para no causar problemas a su salud. Yo hubiera pensado que me sería difícil dormir, fue todo lo contrario, ya que Sara tenía un efecto en mí que parecía apaciguar mi mente, luego del abrazo nos acomodamos para dormir, tome su mano y así pretendía quedarme hasta que ella me llevo a envolverla, la calidez de su espalda en mi pecho su respiración todo me llevo a relajarme y perderme en el sueño. Desperté por el sonido, debía ser el celular de Sara, quería apagarlo, me di cuenta de que ella estaba usándome de almohada, tenía su cabeza en mi pecho, se había abrazado a mí como koala, más alerta me dio cosquillas su respiración. No me moví, volvió a timbrar el teléfono y Sara se despertó, al darse cuenta de lo que abrazaba se alejó de inmediato. —¡ja, ja, ja! Buen
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