Marco Sería buena idea haberle dicho que viviera conmigo, o solo la aleje, ¿cómo cuidar a una mujer independiente? Es algo muy difícil, no quiero interponerme en sus asuntos, pero me preocupa las repercusiones de mis actos. Lo he meditado y lo que hace Fernando es por demás premeditado y a todas luces, encaminado a no solo fastidiarme, sino destruirme. No quiero ni pensar lo que pasaría si Sara se ve afectada por mi pasado. Sara Qué días he tenido; felicidad, tristeza, angustia y todo desde que apareció Marco. Solo intercambiamos mensajes escuetos los siguientes días, me aseguro que quería verme, pero esperaba que un respiro le diera una idea a Fernando de que no éramos tan unidos, lo que me parecía hasta cierto punto gracioso. Le dije que, si no creía que solo debemos seguir con normalidad, solo se dará cuenta de que lo ha malinterpretado. Como fuera yo confiaba en que Oliver y Javier estaban siempre conmigo, mi rutina seguía igual, no me gustaba tener que ir al puerto, ya que
Sara Lo metieron en urgencias que era caótico, yo no pude entrar con él, me dejaron esperando en una sala donde había más personas esperando a otros pacientes dentro, al igual que yo. Me sentí tan inútil, el policía me pregunto si debía llamar a alguien, no lo había ni pensado, fue tan difícil recordar el número de la cafetería, mi mente era un caos lleno de los peores escenarios. Unos minutos después llegaron con Fernando; verlo despertó una rabia indescriptible. Uno de los policías se acercó y me entrego mi bolso, dentro venía mi celular, me comento que le habían pedido de favor traer mis pertenencias, seguramente el oficial que estaba siendo muy amable conmigo lo hizo. —Tía, necesito que vengas al hospital, no. Yo estoy bien, pero Marco no. No creía poder hablarle a Nora, hubiera sido lo correcto, pero no pude. Opte por Daniel. —Necesito que le digas a la familia de Marco que tuvo un accidente, no sé cuál es su estado, estoy fuera de urgencias esperando noticias. Luego de las
Marco Al diablo con seguir intentando despistar a Fernando, yo necesitaba seguir cultivando mi relación con Sara, por lo que me dirigí a la cafetería, aprovecharía para comer y esperarla. Nunca imagine que en ese instante Sara estaba huyendo de Fernando, según me informaron sus escoltas. Escuchar el momento en el que chocaron me hizo pensar lo peor, llame a emergencias para pedir auxilio, me tranquilizaron diciéndome que ya se estaba atendiendo ese reporte, al colgar intenté llamarla, pero sonaba ocupado, seguí intentándolo por fortuna me pude comunicar con ella. La pobre estaba a poco de desbaratarse, no supe de donde saco entereza para hacer todo lo que le fui indicando, pero su voz se iba oyendo más y más asustada, pánico era lo que debía sentir, o quizá esa emoción era la mía ante la posibilidad de que ocurriera un terrible accidente. Ver su vehículo me dio un enorme alivio, lo malo fue que Fernando también la había descubierto y en su mente retorcida vio la oportunidad, no pod
Sara Verlo despierto era un gran alivio, tenía rasguños en la cara, aunado a los golpes que apenas se estaban disminuyendo, ahora tenía nuevas heridas, los médicos lo seguían teniendo en observación. Al haber golpeado su cabeza nos explicaron, debían ver como reaccionaba. Su humor seguía intacto, no se quejó de ningún dolor, por lo menos no mientras yo estaba en su habitación, salí un momento y le pedí a una enfermera entrara a examinarlo, yo lo vi un poco molesto a la hora de levantarse de la cama. Efectivamente, la enfermera me comento que le pidió analgésicos porque la cabeza le dolía. No quería preocuparme, sería esa su forma de demostrar amor, lo era no tenía la menor duda, solo que eso causaba lo contrario, cómo podría descubrir lo que realmente sentía o le aquejaba si me lo ocultaba. Decidí distraerme, fui a la tienda del hospital para comprarles cosas esenciales a los chicos y una que otra fruta. Me alivio verlos en la misma habitación, una vez que Javier despertó los pusie
Marco Lo único certero que todos tenemos es la muerte, mi odio por Fernando solo se incrementó por lo que intento hacer. Que mi madre me contara lo que había descubierto no cambio mi desagrado por él. Podía entender que eso podría desquiciar a cualquiera, lo que me inquieto de nuevo, no tenía temor de nada, no había más para él, lo que para mí lo volvía más peligroso. A pesar de que entendía que él seguía siendo importante para mi madre, esta ocasión no cederé ante lo que ella pudiera querer, eso nos puede costar caro. La forma de asegurarme de no tenerlo cerca es dejar que las leyes hagan su trabajo, al parecer ya lo están haciendo, mi declaración que vinieron a tomar dada mi imposibilidad de dejar el hospital por seguir en observación, fue sin duda una parte del rompecabezas que las autoridades estaban tratando de armar para verificar lo que desencadeno en el percance que Fernando provoco. Se me informo que solo era verificar, pues las cámaras de los vehículos dejaban muy en clar
Marco Desde muy temprano esperaba con ansias que llegara la hora para abandonar el hospital, mi madre me dijo que sería justo después de que Sara saliera de su trabajo. Visite de forma breve a sus escoltas, parecían animados, Oliver dijo sentirse mejor y listo para regresar a su trabajo, le agradecí su disposición solo que yo esperaba que se tomará unos días más, Javier podría necesitarlo, se lo explique de esa forma, lo tranquilice diciéndole que su trabajo los esperaría si deseaban regresar a el. Rondó por mi cabeza la idea de ver a Fernando para preguntarle qué demonios se le había metido para hacer lo que hizo, lo deje pasar, no sería un buen plan hacerlo, también me imagine retorciéndole el cuello al escuchar su absurda confesión. Tenía tiempo por lo que me di una vuelta por los cuneros, eso era lo que en próximas fechas me esperaba, un pedacito de felicidad, algunos padres y familiares se congregaban en el lugar, hasta me preguntaron cuál era mío, les dije que solo me hacía a
Marco Quería que Sara lo pasara bien; lo hacía, al parecer, sus risas, sus sonrojos, como torcía los ojos, eran detalles que guardaba en mi memoria y mi corazón. La casa que mi madre nos consiguió era de gran tamaño, Sara me confesó que al verla le dio miedo, ella hubiera preferido algo más pequeño, se imaginó la ardua tarea que implicaba limpiar aquel lugar. Pensándolo desde esa perspectiva la entendía, bromee con ella diciéndole que la llenaríamos de niños. Pasé unas horas en el estudio, con una videollamada con Alin y Daniel, ambos estaban felices de ver que estaba entero, les conté de mis planes para desenmascarar al actual administrador del puerto de San Pedro, para mí era el principal obstáculo para poder llevar acabó una licitación justa y transparente. Sara vino a buscarme para decirme que tendríamos que ajustarnos a algunos de sus horarios, ella planeaba seguir asistiendo a su trabajo y pasar a ver la cafetería, mi cara de desilusión la capto, yo sabía que son cosas que le
Fernando Me dejé llevar tontamente por mis impulsos y las palabras de esa idiota, ahora estoy encerrado, pero de ningún modo me han vencido, Marco debe terminar reducido a m****a igual que yo, solo espero que este maldito cuerpo soporte hasta que logre mi cometido. “Hola, por qué sorpresa, te gustaría venir a Los Ángeles, claro yo pago tus gastos, ¿o tu nueva billetera no te da permiso? Quiero que me hagas un favor y apuesto que te divertirás.” Marco La escuché cuando se levantó y se empezó alistar para irse al trabajo, al encontrarme despierto me llevo al baño y me lavo la cara, me dijo que no quería que anduviera lagañoso hasta que ella regresara, la seguí por la casa como si fuera su mascota. La acompañé hasta la puerta, me detuvo antes de que saliera con ella de la casa, me indico que quería que bajara y así lo hice, tomo mi rostro, deposito un beso rápido en mis labios, me soltó y se fue. Ese beso me basto para dejarme de buen humor y sonriente, tanto que la señora Laura me d