Marco Al diablo con seguir intentando despistar a Fernando, yo necesitaba seguir cultivando mi relación con Sara, por lo que me dirigí a la cafetería, aprovecharía para comer y esperarla. Nunca imagine que en ese instante Sara estaba huyendo de Fernando, según me informaron sus escoltas. Escuchar el momento en el que chocaron me hizo pensar lo peor, llame a emergencias para pedir auxilio, me tranquilizaron diciéndome que ya se estaba atendiendo ese reporte, al colgar intenté llamarla, pero sonaba ocupado, seguí intentándolo por fortuna me pude comunicar con ella. La pobre estaba a poco de desbaratarse, no supe de donde saco entereza para hacer todo lo que le fui indicando, pero su voz se iba oyendo más y más asustada, pánico era lo que debía sentir, o quizá esa emoción era la mía ante la posibilidad de que ocurriera un terrible accidente. Ver su vehículo me dio un enorme alivio, lo malo fue que Fernando también la había descubierto y en su mente retorcida vio la oportunidad, no pod
Sara Verlo despierto era un gran alivio, tenía rasguños en la cara, aunado a los golpes que apenas se estaban disminuyendo, ahora tenía nuevas heridas, los médicos lo seguían teniendo en observación. Al haber golpeado su cabeza nos explicaron, debían ver como reaccionaba. Su humor seguía intacto, no se quejó de ningún dolor, por lo menos no mientras yo estaba en su habitación, salí un momento y le pedí a una enfermera entrara a examinarlo, yo lo vi un poco molesto a la hora de levantarse de la cama. Efectivamente, la enfermera me comento que le pidió analgésicos porque la cabeza le dolía. No quería preocuparme, sería esa su forma de demostrar amor, lo era no tenía la menor duda, solo que eso causaba lo contrario, cómo podría descubrir lo que realmente sentía o le aquejaba si me lo ocultaba. Decidí distraerme, fui a la tienda del hospital para comprarles cosas esenciales a los chicos y una que otra fruta. Me alivio verlos en la misma habitación, una vez que Javier despertó los pusie
Marco Lo único certero que todos tenemos es la muerte, mi odio por Fernando solo se incrementó por lo que intento hacer. Que mi madre me contara lo que había descubierto no cambio mi desagrado por él. Podía entender que eso podría desquiciar a cualquiera, lo que me inquieto de nuevo, no tenía temor de nada, no había más para él, lo que para mí lo volvía más peligroso. A pesar de que entendía que él seguía siendo importante para mi madre, esta ocasión no cederé ante lo que ella pudiera querer, eso nos puede costar caro. La forma de asegurarme de no tenerlo cerca es dejar que las leyes hagan su trabajo, al parecer ya lo están haciendo, mi declaración que vinieron a tomar dada mi imposibilidad de dejar el hospital por seguir en observación, fue sin duda una parte del rompecabezas que las autoridades estaban tratando de armar para verificar lo que desencadeno en el percance que Fernando provoco. Se me informo que solo era verificar, pues las cámaras de los vehículos dejaban muy en clar
Marco Desde muy temprano esperaba con ansias que llegara la hora para abandonar el hospital, mi madre me dijo que sería justo después de que Sara saliera de su trabajo. Visite de forma breve a sus escoltas, parecían animados, Oliver dijo sentirse mejor y listo para regresar a su trabajo, le agradecí su disposición solo que yo esperaba que se tomará unos días más, Javier podría necesitarlo, se lo explique de esa forma, lo tranquilice diciéndole que su trabajo los esperaría si deseaban regresar a el. Rondó por mi cabeza la idea de ver a Fernando para preguntarle qué demonios se le había metido para hacer lo que hizo, lo deje pasar, no sería un buen plan hacerlo, también me imagine retorciéndole el cuello al escuchar su absurda confesión. Tenía tiempo por lo que me di una vuelta por los cuneros, eso era lo que en próximas fechas me esperaba, un pedacito de felicidad, algunos padres y familiares se congregaban en el lugar, hasta me preguntaron cuál era mío, les dije que solo me hacía a
Marco Quería que Sara lo pasara bien; lo hacía, al parecer, sus risas, sus sonrojos, como torcía los ojos, eran detalles que guardaba en mi memoria y mi corazón. La casa que mi madre nos consiguió era de gran tamaño, Sara me confesó que al verla le dio miedo, ella hubiera preferido algo más pequeño, se imaginó la ardua tarea que implicaba limpiar aquel lugar. Pensándolo desde esa perspectiva la entendía, bromee con ella diciéndole que la llenaríamos de niños. Pasé unas horas en el estudio, con una videollamada con Alin y Daniel, ambos estaban felices de ver que estaba entero, les conté de mis planes para desenmascarar al actual administrador del puerto de San Pedro, para mí era el principal obstáculo para poder llevar acabó una licitación justa y transparente. Sara vino a buscarme para decirme que tendríamos que ajustarnos a algunos de sus horarios, ella planeaba seguir asistiendo a su trabajo y pasar a ver la cafetería, mi cara de desilusión la capto, yo sabía que son cosas que le
Fernando Me dejé llevar tontamente por mis impulsos y las palabras de esa idiota, ahora estoy encerrado, pero de ningún modo me han vencido, Marco debe terminar reducido a m****a igual que yo, solo espero que este maldito cuerpo soporte hasta que logre mi cometido. “Hola, por qué sorpresa, te gustaría venir a Los Ángeles, claro yo pago tus gastos, ¿o tu nueva billetera no te da permiso? Quiero que me hagas un favor y apuesto que te divertirás.” Marco La escuché cuando se levantó y se empezó alistar para irse al trabajo, al encontrarme despierto me llevo al baño y me lavo la cara, me dijo que no quería que anduviera lagañoso hasta que ella regresara, la seguí por la casa como si fuera su mascota. La acompañé hasta la puerta, me detuvo antes de que saliera con ella de la casa, me indico que quería que bajara y así lo hice, tomo mi rostro, deposito un beso rápido en mis labios, me soltó y se fue. Ese beso me basto para dejarme de buen humor y sonriente, tanto que la señora Laura me d
Sara Un día al llegar luego del trabajo, Laura me recibió, comento que el señor me tenía algo preparado, yo sabía que su sorpresa era que había trasladado mi taller a este lugar, al parecer me quería tener en la casa, lo que él no contemplo que mi estancia en la casa sería tortuosa. ¿Qué haría yo cuando él se recuperará y regresara a trabajar? A la entrada de la recién remodelada habitación estaba Marco con una mega sonrisa, no quise ser aguafiestas y le seguí la corriente, me mostró el lugar, había comprado todo nuevo, ósea que mi espacio en la cafetería seguía existiendo, eso me dio un gran respiro. Le agradecí que hubiera armado este espacio para mí. —Marco, esto fue demasiado, pensé que solo trasladarías el taller, por eso no me opuse, pero ahora dime ¿cuánto te debo? —Nada, digamos que es el pago por la asistencia que me has prestado estos días y lo que falta hasta mi total recuperación. Me abrazo —Sara ve haciéndote a la idea que lo mío es tuyo. Esa idea sigue sin terminar
Marco No cabe duda que todo se paga en esta vida, engañe a Sara y ella me engaño a mí, en otras circunstancias esto pudo causar una ruptura definitiva. Su actuar me haría pensar que lo hacía con segundas intenciones, para manipularme o algo por el estilo. Mis pensamientos me llevaron a deducir que estoy pagando todo lo que hice con anterioridad. Nada de eso me importa, necesitaba meditarlo porque debía sacarlo de mi ser y desecharlo. Poco significa lo que hicimos. Era como sentirme iluminado porque gracias a casi tener un pie en la tumba muchas cosas pierden sentido y es en dónde me di cuenta lo que realmente importa para mí. Le conté a mi madre, no podía creerlo; aun así, alabo mi capacidad de discernir que de ningún modo ella era de esa clase de personas que usaría a su bebé para obtener algo. Yo soy el que vino a ella para rogar por una oportunidad, de no ser por cómo se ha desarrollado esto, ella seguiría tan feliz como la encontré. Si desaparezco de su vida es tan capaz y auto