Marco Nada más llegar al hotel me enfundé el traje de baño y fui a nadar, esperaba que el agua calmara el fuego que sentía, vuelta tras vuelta, me regañe por el descontrol que permití, me gobernara, no me gustaba que se le acercara a Sara, incluso que pensará en ella me afectaba. Yo sabía que no debía preocuparme por Sara, no confiaba en él y sus formas, además no podía incomodarla de ninguna forma, que si le decía algo raro y le afectaba llevándola de nuevo al hospital. A la hora de la cena llamé a mi madre para contarle sobre Fernando y cómo se había atrevido acercarse a Sara, lo que me parecía un acto de provocación intencionado. Estuvimos de acuerdo que lo mejor era poner sobre aviso a Sara, de esa forma ella estaría alerta, lo había pospuesto, pero era necesario contarle la historia para que formara su propio criterio sobre Fernando, porque llegar y decirle “si lo ves, no te le acerques”, suena tan tonto. Sara debe enterarse de que no es un buen tipo. Sara Marco me llamo par
Marco Qué reconfortante era tenerla en mis brazos, no esperaba la reacción que tuvo ante lo que le conté, supongo que debe ser el embarazo, deseaba indagar que sentimientos le había provocado, pero preferí abstenerme de hacerlo para no causar problemas a su salud. Yo hubiera pensado que me sería difícil dormir, fue todo lo contrario, ya que Sara tenía un efecto en mí que parecía apaciguar mi mente, luego del abrazo nos acomodamos para dormir, tome su mano y así pretendía quedarme hasta que ella me llevo a envolverla, la calidez de su espalda en mi pecho su respiración todo me llevo a relajarme y perderme en el sueño. Desperté por el sonido, debía ser el celular de Sara, quería apagarlo, me di cuenta de que ella estaba usándome de almohada, tenía su cabeza en mi pecho, se había abrazado a mí como koala, más alerta me dio cosquillas su respiración. No me moví, volvió a timbrar el teléfono y Sara se despertó, al darse cuenta de lo que abrazaba se alejó de inmediato. —¡ja, ja, ja! Buen
Marco Rechazo mi invitación para salir, no corto mi felicidad porque me invito a verla, me explico que se había atrasado, recordé cuando la vi por primera vez en el centro cultural, así que me agrado la idea de verla concentrada. Necesitaba platicar con ella acerca de que tenía que volver a México porque el proyecto ya no me detenía aquí. Sabía que debía buscarme una forma de mantenerme cerca, solo que debía saber si ella consideraría volver conmigo o yo tenía que mover mi residencia y buscar asentarme aquí en Los Ángeles. Halle a Oliver y Javier en la cafetería comiendo, me enviaron al taller, pues tenía unos instantes que Sara se había ido. Analizaba la forma de decirle cuando escuche ruido, me apresure. Fernando la sujetaba por el brazo, Sara se veía molesta y al verla detenidamente, sus mejillas mostraban unas marcas rojas, algo le había hecho este ¡hijo de p**a! Claramente, le había advertido que se alejara, mi mente se desconectó, yo todo lo que quería era desaparecer a Fern
Marco Sería buena idea haberle dicho que viviera conmigo, o solo la aleje, ¿cómo cuidar a una mujer independiente? Es algo muy difícil, no quiero interponerme en sus asuntos, pero me preocupa las repercusiones de mis actos. Lo he meditado y lo que hace Fernando es por demás premeditado y a todas luces, encaminado a no solo fastidiarme, sino destruirme. No quiero ni pensar lo que pasaría si Sara se ve afectada por mi pasado. Sara Qué días he tenido; felicidad, tristeza, angustia y todo desde que apareció Marco. Solo intercambiamos mensajes escuetos los siguientes días, me aseguro que quería verme, pero esperaba que un respiro le diera una idea a Fernando de que no éramos tan unidos, lo que me parecía hasta cierto punto gracioso. Le dije que, si no creía que solo debemos seguir con normalidad, solo se dará cuenta de que lo ha malinterpretado. Como fuera yo confiaba en que Oliver y Javier estaban siempre conmigo, mi rutina seguía igual, no me gustaba tener que ir al puerto, ya que
Sara Lo metieron en urgencias que era caótico, yo no pude entrar con él, me dejaron esperando en una sala donde había más personas esperando a otros pacientes dentro, al igual que yo. Me sentí tan inútil, el policía me pregunto si debía llamar a alguien, no lo había ni pensado, fue tan difícil recordar el número de la cafetería, mi mente era un caos lleno de los peores escenarios. Unos minutos después llegaron con Fernando; verlo despertó una rabia indescriptible. Uno de los policías se acercó y me entrego mi bolso, dentro venía mi celular, me comento que le habían pedido de favor traer mis pertenencias, seguramente el oficial que estaba siendo muy amable conmigo lo hizo. —Tía, necesito que vengas al hospital, no. Yo estoy bien, pero Marco no. No creía poder hablarle a Nora, hubiera sido lo correcto, pero no pude. Opte por Daniel. —Necesito que le digas a la familia de Marco que tuvo un accidente, no sé cuál es su estado, estoy fuera de urgencias esperando noticias. Luego de las
Marco Al diablo con seguir intentando despistar a Fernando, yo necesitaba seguir cultivando mi relación con Sara, por lo que me dirigí a la cafetería, aprovecharía para comer y esperarla. Nunca imagine que en ese instante Sara estaba huyendo de Fernando, según me informaron sus escoltas. Escuchar el momento en el que chocaron me hizo pensar lo peor, llame a emergencias para pedir auxilio, me tranquilizaron diciéndome que ya se estaba atendiendo ese reporte, al colgar intenté llamarla, pero sonaba ocupado, seguí intentándolo por fortuna me pude comunicar con ella. La pobre estaba a poco de desbaratarse, no supe de donde saco entereza para hacer todo lo que le fui indicando, pero su voz se iba oyendo más y más asustada, pánico era lo que debía sentir, o quizá esa emoción era la mía ante la posibilidad de que ocurriera un terrible accidente. Ver su vehículo me dio un enorme alivio, lo malo fue que Fernando también la había descubierto y en su mente retorcida vio la oportunidad, no pod
Sara Verlo despierto era un gran alivio, tenía rasguños en la cara, aunado a los golpes que apenas se estaban disminuyendo, ahora tenía nuevas heridas, los médicos lo seguían teniendo en observación. Al haber golpeado su cabeza nos explicaron, debían ver como reaccionaba. Su humor seguía intacto, no se quejó de ningún dolor, por lo menos no mientras yo estaba en su habitación, salí un momento y le pedí a una enfermera entrara a examinarlo, yo lo vi un poco molesto a la hora de levantarse de la cama. Efectivamente, la enfermera me comento que le pidió analgésicos porque la cabeza le dolía. No quería preocuparme, sería esa su forma de demostrar amor, lo era no tenía la menor duda, solo que eso causaba lo contrario, cómo podría descubrir lo que realmente sentía o le aquejaba si me lo ocultaba. Decidí distraerme, fui a la tienda del hospital para comprarles cosas esenciales a los chicos y una que otra fruta. Me alivio verlos en la misma habitación, una vez que Javier despertó los pusie
Marco Lo único certero que todos tenemos es la muerte, mi odio por Fernando solo se incrementó por lo que intento hacer. Que mi madre me contara lo que había descubierto no cambio mi desagrado por él. Podía entender que eso podría desquiciar a cualquiera, lo que me inquieto de nuevo, no tenía temor de nada, no había más para él, lo que para mí lo volvía más peligroso. A pesar de que entendía que él seguía siendo importante para mi madre, esta ocasión no cederé ante lo que ella pudiera querer, eso nos puede costar caro. La forma de asegurarme de no tenerlo cerca es dejar que las leyes hagan su trabajo, al parecer ya lo están haciendo, mi declaración que vinieron a tomar dada mi imposibilidad de dejar el hospital por seguir en observación, fue sin duda una parte del rompecabezas que las autoridades estaban tratando de armar para verificar lo que desencadeno en el percance que Fernando provoco. Se me informo que solo era verificar, pues las cámaras de los vehículos dejaban muy en clar