Cap. 29 El juego cruel empieza
Ella se fue y miraba atrás, Bullá sonreía, era fácil hacerla ver mal y esperaba que esa tonta mujer haya tomado las fotos, Rania salió de su escondite. —Actuaste bien. —Debí ser actor…—la miró y era bella—tienes unos ojos hermosos. —No solo los ojos; pero, no te daré a ver más que ellos. Bullá sonrió, ya caería en sus redes. Pillerías Shary era una niña muy observadora, esa tarde cuando vio llegar a su padre despertó su curiosidad. Su padre era un misterio para ella: duro, a veces similar a un acero y sagaz, inteligente; sin embargo, su inteligencia era algo malévola, daba miedo su mirada… Aunque ante todo era un ser humano y muy básico, nada más su madre lo engrandecía, aprovechó que entró a asearse y ella con únicamente poner la clave del año de su nacimiento entró y comenzó a leer y lo que vio le h
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