Puerto Escondido, Oaxaca. Alondra y Álvaro se encontraban observando un álbum fotográfico, ambos miraban con profunda nostalgia las fotos de su familia, sintiendo el corazón partido al no tener noticias de Pau. —La vamos a encontrar, lo juro —Álvaro miró con ternura a su esposa, e intento sonreír, en ese momento la llegada de su hijo, les cambió aquella nostalgia. —¡Óscar! —Alondra exclamó con emoción y corrió hacia él, El joven sonrió con entusiasmo, y extendió sus cálidos brazos y la estrechó con profundo amor. —Quise darles una sorpresa —mencionó con ilusión. —Pues lo has hecho, cariño —Alondra respondió colocando sus suaves manos en sus mejillas y luego lo miró atenta. —¿Has llorado? —cuestionó. Óscar inclinó su rostro unos segundos y volvió a abrazar a su madre. Álvaro se puso de pie y se ac
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