Óscar lo miró a los ojos sin parpadear. La idea de dejar a Sam, lo perturbó; sin embargo, sabía que dar la vida por la persona que amaba, lo valía, de la misma forma que lo hizo Nora. Inhaló profundo, preparándose para lo que viniera.—Te amo, mi estrella —mencionó liberando algunas lágrimas.Sam se estremeció al escucharlo, su respiración se entrecortó, observó a su esposo con la mirada llena de temor.—También te amo —expresó.Franco carcajeó burlándose.—Qué patéticos —susurró—, pero el momento de decirse adiós, llegó. —Miró a Sam, y luego a Óscar.—¡No! —Sollozó Sam—, no lo hagas, yo me voy con vos a donde quieras, pero dejalos libres —suplicó.Francisco se removía en su silla, intentando zafarse para proteger a su hija que permanecía inmóvil sin poder reaccionar.—¡Déjalos a ellos en paz! —gruñó—. Mátame a mí, el problema es entre vos y yo —recordó, mirándolo a los ojos.—Claro que vas a pagar, con lágrimas de sangre —respondió Franco, entonces volvió a apuntar a Óscar, y ensegui
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