El avión despegó y la sensación de vacío por debajo de mis pies fue espantosa, tanto que no pude dar un pequeño grito, por suerte luego de un rato logré acostumbrarme. fui ubicada en primera clase que nunca había estado.Mi madre le dio la batalla al cáncer, pero desgraciadamente esa enfermedad terminó por arrancarla de mis brazos, ahora me sentía como un perrito sin dueño, mi mejor amiga estaba ahí para mí, sin embargo, no era capaz de decirle que se quedará a mi lado las 24 horas y los 7 días de la semana.Los pensamientos hacia mi madre vinieron a mi cabeza, este viaje no lo tenía planeado, las ansias del vuelo no me dejaron tranquila, de igual forma la culpa por irme de vacaciones cuando mamá no tenía mucho tiempo de muerta, al llegar a cierto punto el sueño me venció, la cómoda silla envolvió todo mi cuerpo y pronto me quedé dormida.Horas atrás._ ¡Ve Kathy! _ dijo mi mejor amiga _ estás cosas no se presentan a diario, es decir, estamos hablando de un viaje a La Toscana, ¿Quién d
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