Leila Mi cabeza se siente oprimida, recuerdos tras recuerdos vienen a mí, pero ninguno puedo captarlo con claridad por mi confusión, ¿Qué estoy haciendo aquí? No recuerdo haberme quedado en ese lugar del castillo, según lo último que recuerdo estaba en mi lugar oculto, respirando la tranquilidad que abundaba ahí, incluso quería traer un poco conmigo.Ahora me encuentro en una piedra grande, rectangular, estoy acostada en ella, lo cual está muy cómoda para ser piedra; el techo es confuso, parece un hoyo negro infinito, lindo. Me levanto, pero no completamente, apoyo mis codos en la roca, observo que alrededor se encuentran enredaderas de flores pequeñas de color rosas y negras, muy bonitas. Continúo observando a mi alrededor, creo que estoy en la parte alta del castillo, nunca había entrado aquí, me siento y bajo de la piedra, camino hacia una pequeña ventana, la limpio un poco y solo miro nubes abajo, todo lo que veo son nubes grises; ¿Dónde estoy?- Al fin despiertas Diosa – di un p
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