Lilja
Desperté agitada, me costaba respirar y todo daba vueltas, ¿Cuánto tiempo paso? Cómo pude intente enfocar mi vista en algún punto y poder ver con claridad, hasta que lo logré y mire a la profetisa Armida al frente de la cama...
- Lilja, ¿te sientes mejor?
- No – le dije irritada – y esto no mejorara hasta que ella sea eliminada – mencione frustrada
- Liam no quiso su destino, ¿Qué harás?
- Obligarlo, ah que lo cumpla, solo es cuestión de minutos que los humanos entren en caos, si es que no lo han hecho
Tome mi cabeza con las dos manos, empezaba a darme vueltas todo otra vez, ¿Por qué me estaba afectando esto también a mí?
- No puedes obligarlo Lilja, recuerda lo que paso la última vez; déjame hablar con él, tal vez acepte
- Rechazo a una Diosa, ¿crees que aceptara a una profetisa? - mencione con sarcasmo
- No confía en ti Lilja – me sonrió – puede que su mente haya olvidado, pero, su corazón no lo puedes engañar
- Sigue siendo débil – le asegure – por eso nunca pudimos estar juntos, por mucho amor que nos prometiéramos
- ¿Estás segura qué él te prometió amor Lilja? - pregunto con ironía - ¿o fue lo que tú deseaste?
- ¡Cállate! – le alce la voz con enojo – ve hacer algo de provecho con tu vida
- Si eres inocente, ¿Por qué la molestia?
- No me siento bien, y me estás haciendo recordar cosas que no me agradan – mencione entre dientes aguantando mi enojo – oh no, ¡no!
Tomé aún más fuerte mi cabeza y sentí como mi poder estaba siendo rasgado y un grito de dolor salió de mí, y mi grito hizo sacudir al mundo y ellos conmigo se corrompieron, una vez más mi equilibrio se rompió.
- ¡Lilja! No la escuches, no escuches a tu mente – la escuche desesperada
- ¡Duele, duele mucho!
Intentaba de alguna manera sostener el dolor de mí cabeza con mis manos, pero era en vano, el dolor me estaba doblegando, así que mi poder lo conserve y guarde para mí todo ese dolor que intentaba salir; solo escuché como la puerta fue abierta y a lo lejos había voces que no reconocí, todo dio vueltas hasta que volví a caer en el vacío.
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Liam
Cuando aparecimos en el palacio vimos como la profetisa estaba asustada, lo único que pudo decir era que hacíamos en el palacio, pero no espero por nuestra respuesta; la Diosa Lilja no se encontraba bien, creo que por eso es el estado de la profetisa
- ¡Lilja! – grito la profetisa
La profetisa fue corriendo adentro de la habitación de la cual hace segundos había salido para preguntarnos que estábamos haciendo; Kuyen y yo también entramos a la habitación
- Lilja, por favor despierta, no la escuches – le dijo angustiada
- ¿Qué le pasa profeta?
- Está siendo afectada, en este momento los humanos están cayendo en caos – menciono con miedo y sujetando a Lilja
- ¿Cuánto tiempo tenemos para que la enemiga del mundo llegue?
- Liam, el tiempo se terminó, ella ya está aquí - aseguro
- Pero ¿Cómo saber dónde está? ¿Cómo cumplo mi destino?
- ¿Deseas matarla? - preguntó con incredulidad
- Deseo que nadie sufra – le asegure
- Oh, Liam, entonces no lo harás - me lo dijo con alivio
- ¿Cómo? ¿no podre matarla? ¿Por qué? – dije confundido
- Lo siento Liam, tú eres el único que sabe cuándo la luz se vuelve oscuridad y la oscuridad en luz
- Necesito mis recuerdos – le asegure - ¿puedes dármelos?
- No puedo dártelos, porque tu deseo es darlos a cambio de la muerte y ese es un precio que no estarás dispuesto a pagar – me aseguro – si los quieres devuelta, encuéntrala, encuentra a la Diosa de la muerte, y cumple con tu destino
¿Dónde buscar algo que no quiere ser encontrado? ¿Dónde está la Diosa de la muerte? Todo esto es una locura, después de mil años siento como el tiempo se acaba, esa presión de que todo es cuestión de tiempo y no hay nada ya. La muerte ha regresado para quitarlo nuevamente; ha regresado para recordarles a todo humano lo que alguna vez olvido; regreso para no tener misericordia.
- ¿Por qué los humanos no están en guerra? ¿Cómo iniciara esta vez?
- Kuyen – le hablo la profetisa – ven aquí, cuida a la Diosa
Kuyen se acercó y tomo el lugar de la profetisa, hasta que se aseguró que todo estuviera bien ella continúo hablando…
- Ven Liam, acompáñame - me llevo con ella afuera de la habitación
Al salir de la habitación, había un balcón que daba justo enfrente donde estaban los humanos; ahí pude observarlos a todos, y estaba viendo cómo eran corrompidos.
- Obsérvalos Liam, los humanos no son corrompidos con guerras, los humanos están siendo corrompidos con su mente, la mente es la manera más cruel de hacer enloquecer; la guerra es con ellos mismos
- Por eso dijo Lilja que cuando ellos se corrompieran, no podría ayudarlos
- Escúchalos Liam, están gritando de agonía, su mente los está atormentando con sus miedos, provocando dolor, para los que despertaron de la muerte, su mente los hace repetir su último momento, y eso no es lo que debería preocuparte
- ¿Qué es peor que la tortura de la mente?
- Su grito no es porque desean detener su mente, su grito es por auxilio, están implorando que la muerte regrese y termine con ellos; pero eso será imposible
- Pero si ella ya regreso, ¿no es lo que hará?
- Aun no, debe cumplirse una profecía
- ¿Cuál?
- Los humanos desearan morir, pero la muerte nunca llegara
- Pero los humanos ya aprendieron de sus errores, ¿qué más necesitan de ellos?
- Puede que hayan llegado al límite de su perfección, pero no es suficiente, esta es su prueba final; depende de ellos soportarla
- ¿Por qué desear la muerte de esta manera profetisa? ¿Cómo puede ser más anhelante?
- Están siendo corrompidos Liam, su imperfección es lo que está provocando ese deseo, el deseo de tener paz
Me quede pensado en lo que me decía la profeta y observando a los humanos corromperse; el caos había iniciado, y ahora ni la Diosa que algún día les prometió paz eterna podría salvarlos. Tenía que proteger a la vida, pero aún quedaba la incógnita ¿Qué vida?
Observe adentro de la habitación donde se encontraba Lilja, había algo que no me daba confianza, siento que no me dijo toda la verdad, que algo me oculta, ¿Por qué no puede salvar a los humanos?
- ¿Qué harás Liam? ¿Cuál es tu deseo? – pregunto la profetiza
Todo lo que había a mi alrededor proclamaba a un solo ser, y era mi destino encontrar a ese ser y ese se convirtió en mi deseo
- Encontrar a la Diosa de la muerte – le afirme
"Nuestra vida se vuelve tan lúgubre que olvidamos que tenemos vida... ¿Cómo se hizo la vida tan lúgubre?"
LeilaCon el alma vacía, salí de ese lugar, ahora estaba sentada en mi trono, este era alto, color blanco, era sencillo pero elegante. Estaba disfrutando de mi silencio eterno, a pesar de la molestia que sentía, era mayor el placer de la tranquilidad que había en ese momento que me hacía olvidar lo que ocurrió hace unos minutos, pero sabía que había dejado de ser eterno porque tal y como espere ella apareció… - Mi Diosa ¿Cómo ha salido? - su rostro reflejo preocupación, pero sabía que estaba mintiendo- Nada se me prohíbe - le recordé - ¿no había dicho que huyeras?- Mi orden es cuidar de usted – volvió a repetir- ¿Cuidarme? - dije con burla – vaya que lo has hecho bien, ¿por qué no vas a cuidar a los débiles humanos? - dije con aburrimiento- ¿Mi Diosa no los ayudará? - pregunto con asombro- Es asunto mío – le advertíAlgo pulso mi corazón, así que tuve que tomarme de las coderas del trono para aguantar esos segundos de dolor; mi poder quería salir, pero no era tiempo aún- ¿De
Gracias querido lector por darle una oportunidad a esta historia; me encantaría que te quedarás hasta el final, te aseguro que alguna enseñanza te quedará... no se si sea buena o mala, pero la tendras. :) Todos en algún momento pasamos por la perdida de un ser querido, y a veces surgen muchas preguntas sobre que pasa con aquel ser querido o como se puede seguir tras esa perdida. Esta historia surge con este dilema; ¿Es la muerte el final de todo?, ¿No fuimos creados para vivir por siempre?, ¿Cuál es el proposito de morir? Leila, mi pequeña anuhe, solo sabe las respuestas... Sigue leyendo esta historia de misterio y sobre todo descubre como la Diosa de la muerte se enamora de la vida; y como la vida misma es un desafio para ella... :) Esta historia va dedicado a todos aquellos que han perdido aun ser querido en está pandemia del Covid-19 "Cada día que pasa se vuelve más complicado querer seguir viviendo, pero lindo humano, no te rindas, aún tienes mucho para dar y demostrar,
Liam ¿No habían dicho que la muerte era aterradora? ¿el mundo le teme a ella? Un sinfín de preguntas se hicieron en mi cabeza, porque no podía creer lo que estaba viendo, ella era el ser más precioso que jamás allá visto; y yo eh visto cosas grandiosas, ella no se compraba con nada, por eso la profeta me aseguro de que no podría matarla. No hay palabras para describrirla, su tez es blanca, como si fuera nieve, su cabello es color negro pero en sus puntas pude ver un rojo intenso, como si fuera lava de un volcán, sus ojos... el color de sus ojos, es como si estuvieras viendo las mismas estrellas en el cielo, simplemete perfecta.Tal vez le temían, porque ni siquiera debe pedirlo o estar enterada que cualquiera caería rendido ante ella sin dudarlo.Si ella era la muerte; sería un honor morirEra completamente diferente a todo lo que me decían de ella, bueno eso parecía, en estos momentos está molesta y yo sin poder decir nada- Mi señor ¿se encuentra bien? - me pregunto Kin- No, ¿En v
Kin Escuche como Leila me llamaba, así que sin pensarlo entre a la habitación, pero fue demasiado tarde, ella había saltado por la ventana, intente llamarle, pero ella solo corría hasta que alguien la atrapo y se la llevo, cuando eso paso mi desesperación creció, la había perdido otra vez; sentía como Kuyen me estaba sujetando, estaba temblando del enojo hacia mí; había fracasado una vez más- Kin, escúchame, tienes que tranquilizarte – me hablo despacio Kuyen – respira, estoy sintiendo lo que sientes y no creo que lo puedo aguantar mucho tiempo – hablo con preocupaciónY me detuve, tome aire y lo solté, era cierto mis emociones debían ser controladas, Kuyen también las sentía y esto no me ayudaría en nada, pero entonces mire a Liam- ¡TÚ! - lo señale - ¡debiste protegerla! - le grite- Todo fue muy rápido Kin, no me permitió ayudarla, entre más cerca estaba más dolor reflejaba, ¡nunca pensé que saltaría! - él también me grito con desesperación- Encuéntrala mi señor, ¡encuentra a la
LiljaEste era un desastre, odiaba que de cierta manera Leila tuviera razón, llevo más de un milenio soportando este poder, pero ¿Por qué tendría que soportarlo? Este poder debería ser un don, recuerdos quieren llegar a mí mente, pero hay como una barrera en mí cabeza que los repela, ¿Qué me está pasando? ¿Qué es lo que olvide?; Esto me está consumiendo, pero no lo entiendo, soy un ser perfecto, esto nunca debería pasarme, ¿Qué es lo que quiere ser revelado? - Eris – llame a la Reyna del deseo y caosElla apareció a mi derecha, sus zapatos hacían eco en el pasillo, la mire de reojo para comprobar que era ella, no se equivocaban al semejarla a una serpiente; su cabello era verde oscuro, sus ojos un color amarillo brillante, y con su sonrisa de lado con la lengua fuera, reflejaba que estaba lista para cometer el más vil de los pecados; ¿Por qué no ha inyectado veneno y hecho caos? De un momento me sentí extraña, mi conciencia quería advertirme de un peligro que se aproximaba; y lo dese
Lilja Me encontraba en el balcón de mi habitación, observaba a los humanos, la mayoría estaban de rodillas, otros tirados en el piso; pocos eran los que se mantenían de pie. Están llorando y no era de felicidad, gritaban y no de alabanza si no de terror; mi promesa estaba rota, ¿Dónde estaba el poder que juraba tener? Cada uno de ellos estaba luchando con su mente, pronto caerían en la desesperación y nadie podría salvarlos, perderían aquello que los mantenía con vida, la esperanza. - ¿No sientes remordimiento alguno? – menciono con decepción La profetisa - Ninguno - ¿Por qué pecar de esta manera Lilja? ¿Cuál fue su pecado? - Demostrar lo débiles que son – dije con odio - ¿Ellos o tú? - Ambos, solo que hay una gran diferencia, ellos eligieron ser débiles, en cambio a mí, me hicieron débil – dije con un nudo en la garganta - Lilja, ¿No has aprendido de los humanos sobre el rencor y la venganza? Nunca estarás satisfecha - Entenderías si fueras un ser perfecto – dije con e
Lamento la demora, el tiempo se me agota muy rápido... :( La Parte 1 ah finalizado, ahora seguira la parte 2 (aún estoy en proceso, pero ya estoy más cerca del final) En esta Parte 2, Leila será quien narre todos los capitulos (por que serán sus recuerdos), de modo que se contará lo que paso desde un principio, cuál fue el pecado y asi... contará el pasado (resumido) Solo queria aclarar ese punto :) Querid@ lector: " Por más tormentosa que sea la vida, ella misma te dará la calma; porque hay un ser que esta ahi y desea llevar tu carga, solo tienes que soltarla..." Te quiero <3
Capitulo 1: DestinoPasado, Leila Al comienzo de la vida todo era hermoso, todo era perfecto, en una pequeña parte del mundo había un paraíso, en ese lugar tenías todo aquello que tu corazón pudiera desear. Todo en ese lugar se miraba brillante, era un completo sueño de fantasía hecho realidad, las estrellas brillaban con más intensidad, esa pequeña parte del barro era un hogar. Hubo un ser superior que creo todo esto y que deseo utilizar su poder para el bien, y satisfecho con su trabajo, creó a la vida misma, para que pudiera disfrutar de estas cosas; la vida se hizo presente y así los humanos fueron creados, fueron creados perfectos. Gozaban de felicidad, lo tenían todo, además del regalo de la vida, aquel ser también creo otro regalo para los humanos, este llego hacer la sabiduría; y así los humanos se hicieron portadores del libre albedrió, ya que él deseaba que cuidaran y protegieran a su hermoso barro. Los humanos aún vivían en una pequeña parte del barro, aun no se habí