Paula llegó puntualmente a la cita, como de costumbre. La idea era reunirse en un lugar neutral, con mucha gente para limitar el despliegue bélico de ambos bandos, pero Paula insistió en que fuera en el departamento de Sofi."Tiene agallas, hay que reconocérselo", comentó Andy.Probablemente fuera una estrategia para aparentar seguridad. —Sofi, qué bueno que por fin me llamaste. Necesitaba hablar contigo urgentemente —se sentó en el sofá luego de colgar su abrigo en el perchero. Si algo caracterizaba a Paula, como modelo, era la preocupación permanente por su aspecto y presentación personal: cabello perfecto, maquillaje cautivador, ropa combinada de pies a cabeza. Ahora no llevaba maquillaje, su rostro deslavado, pálido y sin brillo la hacía ver débil e inofensiva, hasta frágil, y de seguro se había puesto lo primero que encontró, hasta rota estaba su ropa. Una buena estrategia para inspirar piedad, pero a Sofi no iba a engañarla.Y a Andy tampoco, que llegó por el pasillo. La tenían
Leer más