Hola, me llamo Gabriella White, y tengo diecinueve años; en unos cuantos días cumpliré veinte. Soy blanca, mi color de cabello es castaño con ciertos reflejos rubios, y mi color de ojos es extraño. Son como verdes pero con algo de miel en ellos; no es muy común este color de ojos. Soy la típica chica solitaria, que ama a su familia, aunque a veces parezca loca, con un sarcasmo que a veces sale a relucir. Tengo un hermano "pequeño", de quince años, llamado Benjamin; lo adoro. Es igual de loco a mí y me apoya en lo que hago o digo. Nuestros padres: Helena y Henry White, son amorosos y responsables, siempre pensando en nuestro bienestar. Vivimos en una casa grande en la ciudad de Chicago, pero por cosas de la vida, el destino o yo que sé, a mi padre le tocó trasladarse por su trabajo como oficial de la policía a la ciudad de Ashland, Oregon. Obviamente, porque somos su familia, nos tocó venirnos con él. Aunque, siendo honesta, todo el asunto en sí me parece algo sospech
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