Desperté debido al sonido estrepitoso de la alarma, apagándola sin perder tiempo alguno al estar consciente. No había podido dormir bien en toda la noche; caí rendida en menos de nada pero mis pensamientos no pensaban dejarme tranquila. Le daban vueltas al mismo asunto de Tyler diciendo que me quiere.
Me levanté de la cama, con el sueño carcomiendo mi cuerpo, decidida a darme un baño con agua fría para ver si así reaccionaba de mi letargo. Me deshice de mi ropa y entré a la ducha, dejando que el agua fría corriera sin piedad por mi cálido y adormecido cuerpo. Ahogué leves gritos de agonía por causa del agua pero logré darme un buen baño, después de todo. Al salir, busqué la ropa que me pondría, sintiéndome un poco más despierta: saqué un jean oscuro, una camiseta gris, mis vans negras y una chaquet
Me encontraba plácidamente dormida en mi cama, después de haber pasado una noche de muerte por causa de mi mente. Los mismos sueños con aquel lobo negro seguían apareciendo y, cada vez, me sentía más aterrada que en los anteriores. Anoche soñé que me encontraba, logrando arrancar mi cabeza; lo sé, una locura.Escuché que abrían la puerta de mi habitación, causando que frunciera mi ceño con cierto fastidio, ya que en estos momentos no quería prestar atención a eso, quería seguir durmiendo.- ¡Feliz cumpleaños, Gab! - Escuché el festejo de mi familia dentro de mi habitación y, lo siguiente que sentí, fue al inepto de mi hermano, lanzándome crema en la cara, restregándola con emoción.- ¡Benjamin! - Me senté con rapidez, pasando una m
Escuché los suaves golpes de mi hermano en mi puerta, pero no me moví. Quería estar sola. No quería ser atormentada, más de lo que ya estaba.- Gabi, lo siento, ¿sí? Sólo lo dije por torpe. No quería hacerte sentir mal. - Un silencio bastante largo le siguió, haciéndome pensar que se había ido pero no fue así. - Gab, por favor. Al menos ábreme y déjame estar ahí, contigo.Me levanté de la cama con cierto desespero, abriendo la puerta, encontrándomelo ahí, interfiriendo en mi camino, pero esquivé su cuerpo, pasando por uno de sus lados, deseando alejarme. Adoro a mi hermano como no tiene idea, pero ahora mismo, quiero estar sola. Necesito estarlo.- Gab, ¿a dónde vas? - Ignoré su pregunta, bajando las escaleras con rapidez, conocedora de que venía det
Despierto en mi cama, mucho antes de que la alarma suene, sintiéndome fatal. Mi cuerpo duele, mi cabeza explotará en cualquier momento y mi corazón se siente pequeño y estrujado.Giro mi cabeza con suavidad, mirando la hora en el reloj de mi mesita de noche, viendo que marca las cinco de la mañana.Me siento con lentitud en la cama, acomodándome en el borde de esta, mirando a un punto fijo, sin verlo en realidad. Como si aquello fuera la octava maravilla del mundo, o lo que mis ojos quieren, y anhelan, ver en realidad.Niego en silencio, pasando una de mis manos sobre mi rostro, recordando que, las pesadillas con aquel lobo negro, siguen en aumento: anoche soñé que enterraba sus garras en mi pecho, matándome con rapidez y sin piedad. Me estremezco con suavidad al revivir aquel sueño, negando en silencio, intentando alejarlo de mi mente.
Al estar en medio de aquel gentío, Tyler me pegó a su cuerpo, dejando sus manos sobre mi cintura mientras, yo, dejaba las mías alrededor de su cuello. No era una canción lenta pero poco me importaba; por primera vez en la semana me sentía bien, feliz, tranquila. Dejé que mi cabeza descansara casi sobre su hombro, dedicándome a inhalar aquella perfección de aroma que golpeaba a mi cerebro con brutalidad.Unos quince minutos debieron pasar, cuando fuimos interrumpidos.- ¡Tyler! - Ambos nos separamos, mirando a Dustin en silencio, quien miraba a Tyler con urgencia y algo de preocupación. No hablaban pero parecía que sus miradas lo decían todo.O quizás ellos sí sepan comunicarse telepáticamente
Sé que este no es un capítulo como tal pero me gustaría agradecerles por darme la oportunidad de estar entre sus bibliotecas y sus seguidos. Sé que he estado actualizando de manera lenta pero he tenido unos días complicados y, entre esos, he estado enferma. Mi disposición ha sido casi nula debido a los malestares. Igualmente, quiero agradecerles con todo el corazón la oportunidad que me brindan, sus comentarios y votos. Les agradezco inmensamente y me siento honrada de saber que me han permitido estar aquí. Les envío un abrazo psicológico, ya que ando algo enferma y así no los contagio. Pronto seguiré subiendo más capítulos; tengan paciencia conmigo. Mil gracias!!
POV's TylerHabía estado desde hace días sopesando las posibilidades de contarle a Gabriella toda la verdad, pero no pude. No me atrevía por miedo a perderla. Y, justo ahora, estoy totalmente aterrorizado con el simple hecho de saber que ella puede quererme lejos.Se siente decepcionada, engañada, y no la culpo. Yo también me sentiría así, si supiera que todos los que me rodean me han escondido una verdad que necesitaba saber.Pero no pienso rendirme. No ahora.Incliné mi cabeza hacia el suelo, frente a la puerta, escuchando los pequeños sollozos que escapaban de sus labios mientras, todo, comenzaba a quedar en silencio conforme pasaban los minutos, hasta que pude apreciar el silencio total y su respiración acompasada. Suspiré con frustración, negando en
Me quedé totalmente sola en aquel baño, esperando el regreso de Tyler mientras, mis nervios, se sentía que viajaban a mil por hora. Puedo asegurar que, por alguna extraña razón, sentí lo que él sintió pero no me explico el cómo ni el por qué.Estoy intentando mantener mi ritmo cardíaco tranquilo, sólo por si acaso. ¡Estúpido miedo de Tyler de no hacernos suya! ¿¡En serio!? ¿¡Estás pensando en eso!? ¿¡Justo ahora!?¿Qué? Yo quería que nos hiciera suya pero claro, tú
Observé a Tyler con algo de sorpresa; ¿en qué momento sucedió? ¿Él aceptando decirme la verdad? Vi que su sonrisa hacía presencia y entrecerré mis ojos, mirándolo con sospecha.- ¿Por qué sonríes? - Él negó, tomando mi mano, haciéndome levantar de la silla.Pasamos la sala, por donde estaba mi madre con mi hermano, quizás esperando a mi padre y me llevó escaleras arriba, hacia mi habitación. Al entrar en ella, me dio la espalda, cerrando la puerta con seguro mientras lo miraba con algo de temor, y no precisamente de miedo.- ¿Me dirás? - Mi voz salió en apenas un susurro que él escuchó perfectamente.Se giró para poder mirarme, dejándome observar en sus facciones la misma lujuria que corría entre nosotros est