Su cara de sorpresa era inigualable, provocando que mis nervios comenzaran a martillar con fuerza mi cerebro, haciéndome preguntar si fue correcto haberlo dicho.- ¿Qué dijiste? - En su voz, el tono incrédulo, era muy único.- Yo... emm... que... - Tomó mi rostro entre sus manos, mirándome con fiereza.- Dilo, Gabriella. Hazlo. - Su mirada gris azulada me atrapó y fue como si mi cuerpo sucumbiera como hielo derretido ante su encanto.- Dije que te amo, Tyler. - Unió su frente a la mía, regalándome una sonrisa torcida.- Creo que acabo de explotar por dentro. - Lo miré algo horrorizada, escuchándolo reír con suavidad, haciéndome sonreír.Sentí el roce de sus labios sobre los míos, sintiendo a mi respiración pausarse por lapsos cortos. El deseo por besarlo se imponía cada vez más y me desesperaba la necesidad.No resistí.Estampé mis labios contra los suyos, saciando la necesidad de a poco; enredé mis dedos en su cabello, atrayéndolo a mí mientras, él, dejaba caer sus manos sobre mi cin
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