Me había quedado dormida con el vestido puesto. Mi noche había sido fatal: Caio había venido justo después de que me había encerrado, gritando que le abriera y, que si no lo hacía, rompería la puerta. Al ver que hice caso omiso a su amenaza, se cansó de insistir pero me advirtió que, en el momento menos esperado, vendría por mí, haciéndome sufrir.
¡Estúpido Caio!
Ni siquiera sé qué hora es pero decidí levantarme de la cama, entrando al baño. Al mirarme en el espejo, mis ojos se veían hinchados, con unas pequeñas ojeras debajo mientras, mi piel, se veía más blanca que de costumbre; mi cabello estaba totalmente desordenado, dándome una apariencia de loca. Suspiré con rendición.
Escuché que alguien tocaba la puerta de la habitaci&oac
Desperté por un rayo de sol tenue que se colaba a través de alguna ventana. Abrí mis ojos con lentitud, encontrándome en mi habitación, sintiéndome confundida.¿Cómo carajos llegué aquí?Recuerdos de lo que había sucedido llegaron a mi cabeza, aturdiendo mi cerebro, causando un estremecimiento en mi cuerpo, junto a un dolor en mi nuca. Mi mano viajó a esa parte, sorprendiéndome al sentir una venda, cubriendo parte de mi cabeza.¡Auch!Siento que me lanzaron dentro de un barril con ácido, para después sacarme y masticarme, luego vomitarme y así acabar conmigo. Negué con suavidad ante aquel pensamiento.Me levanté con cuidado de la cama, sintiendo un leve mareo ante el movimiento, dándome cuenta que traía otra ropa d
Su cara de sorpresa era inigualable, provocando que mis nervios comenzaran a martillar con fuerza mi cerebro, haciéndome preguntar si fue correcto haberlo dicho.- ¿Qué dijiste? - En su voz, el tono incrédulo, era muy único.- Yo... emm... que... - Tomó mi rostro entre sus manos, mirándome con fiereza.- Dilo, Gabriella. Hazlo. - Su mirada gris azulada me atrapó y fue como si mi cuerpo sucumbiera como hielo derretido ante su encanto.- Dije que te amo, Tyler. - Unió su frente a la mía, regalándome una sonrisa torcida.- Creo que acabo de explotar por dentro. - Lo miré algo horrorizada, escuchándolo reír con suavidad, haciéndome sonreír.Sentí el roce de sus labios sobre los míos, sintiendo a mi respiración pausarse por lapsos cortos. El deseo por besarlo se imponía cada vez más y me desesperaba la necesidad.No resistí.Estampé mis labios contra los suyos, saciando la necesidad de a poco; enredé mis dedos en su cabello, atrayéndolo a mí mientras, él, dejaba caer sus manos sobre mi cin
- Quieres explicarme ¿cómo rayos puedo escuchar a Tyler, en su forma humana, en mi mente? - Lo miré confundida.- ¿Son tontos o se hacen? - Nos miró con seriedad y su ceño fruncido, dejando en blanco sus ojos. - Eso significa que, ustedes, son realmente sus Opuestos. Tienen una conexión tan fuerte entre ustedes, que pueden comunicarse el uno al otro por telepatía. Tú también puedes hacerlo, Gabriella. - Fruncí mi ceño con confusión, dejando un poco abierta mi boca.- ¿Es en serio? - Sí, pendeja. ¿No recuerdas el día de la casi pelea? Sí, pero ese día Tyler estaba en su forma animal. Ah, verdad.Mi padre asintió, regalándon
Pude ver los ojos de Tyler melancólicos y cargados de tristeza. Pasó su brazo sobre mis hombros, uniéndome a él, dejando un tierno beso en mi sien.- Tranquila, Gab, él estará bien. Apenas salgamos de aquí, te llevo.- Gracias. - Sonreí con agradecimiento, ante sus palabras mentales, apoyándome en su pecho, sintiéndome más tranquila.El resto de horas que quedaron, se pasaron con rapidez y, cuando menos lo esperé, nos encontrábamos en el jeep de Tyler, junto a Dustin, en camino a mi casa.Menos mal que Eleanor nos dejó salir temprano. Lo sé.Suspiré en silencio al escuchar el razonamiento de mi con
Asentí en silencio, acomodándome en el asiento. ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hermano? Necesito avisarle a mi padre.- Ty, ¿me prestas tu celular? Necesito llamar a mis padres y me quedé sin saldo. - Tyler me pasó su celular sin dudarlo, dejándome marcar el número de papá.- Hola, Ty, ¿está todo bien? - Suspiré suavemente.- Papá, soy Gabriella. - Un pequeño silencio se produjo en la línea.- ¿Estás bien? ¿Qué sucede? - Podía escuchar la preocupación en su voz, imaginándolo con su ceño fruncido.- Es Benjamin; se siente mal. Ryan dice que necesita transformarse. - Escuché el suspiro de mi padre, seguido de un pequeño silencio.- ¿Tyler
Sentí que me movían con mucho cuidado, causando que abriera mis ojos, encontrándome a Benjamín, llevándome entre sus brazos hacia la habitación. Sonreí, acomodándome en su pecho.- Debiste despertarme y caminaría. - Sentí sus labios dejar un beso en mi cabello.- Soy tu hermano y siempre cuidaré de ti. - Asentí en su pecho, sintiendo que me acomodaba en la cama a los pocos minutos.- ¿Dónde están todos? - Ben se posicionó frente a la puerta, mirándome de brazos cruzados, con una seriedad poco común en él.- Dahlia fue a revisar el área. Los demás están reunidos en la aldea del Alpha. - Asentí, mirando hacia la ventana.La luz del sol comenzaba a esconderse entre aquellas nubes mientras, el silencio, se cern&i
Desperté en la gran cama, estirando mi brazo, queriendo sentir a Tyler, sin hallarlo a mi lado. Me giré con cuidado, buscándolo, dándome cuenta de que me encontraba totalmente sola en la gran habitación. Me senté en la cama con rapidez, cubriendo mi cuerpo con la sábana, sintiendo una leve incomodidad en mis caderas; algo extraño, ya que yo no soy virgen. Levanté mis hombros restándole importancia.Miré a mi alrededor, detallando el lugar.La habitación era algo rústica, toda en madera, pero hermosa. Había una ventana enorme, con unas cortinas blancas que, analizándola bien, era una puerta que daba salida hacia un balcón. Habían unas dos o tres ventanas más pequeñas alrededor. Un armario más grande que el mío, e incluso el de mi hermano juntos; al fondo, a la derecha, una puerta que, supongo, será el baño.A ambos lados de la cama, dos mesitas de noche, con unas lámparas pequeñas sobre ellas. Algo que llamó mi atención fue la pequeña hoja blanca, doblada por la mitad. Fruncí mi ceño,
Cerré mis ojos, intentando no perder la cabeza con aquella información, cuando su esencia chocó con fuerza en mi interior, haciéndome suspirar y respirar con calma.Abrí mis ojos, encontrándome con el rostro de Tyler a pocos centímetros del mío, su ceño fruncido y su mirada gris azulada, fría por la preocupación.- Te estuve buscando, Gabriella. Parecía un demente corriendo por toda la aldea, preguntando si te habían visto. No me vuelvas a hacer eso.¿Y dónde quedan sus súper habilidades de perro?Sonreí, dejando en blanco mis ojos, mirando a Lucía, quien observaba a Tyler con una sonrisa, negando en silencio.- ¿Crees que dejaría que le pasara algo, Tyler? Merezco más credibilidad y respeto.Tyler miró a Lucía, dejando a su ceño relajarse, riendo suavemente, acercándose a ella para abrazarla y dejar un beso en su cabeza.- Lo siento, Lu, pero sabes cómo me pongo. - Ella palmeó sus brazos con comprensión.- Lo sé, querido, lo sé. - Ambos se separaron, viéndola a ella mirarme con deter