Hallie Su y Jeremy, ya en su forma humana, me guiaron hasta la casa más grande del pueblo, estaba un par de kilómetros más alejado entrando al bosque, completamente rodeado por la vegetación. Árboles frondosos, fuertes y saludables. Los guardias me miraron con curiosidad, pero no dijeron nada al ver que me acompañaba la hija del alfa. La casa era grande. Más grande que en la que yo me crié. Tiene cuatro pisos, contando la primera planta y, sabedora de lo paranoicos que eran mis padres, seguram
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