Hallie
Su y Jeremy, ya en su forma humana, me guiaron hasta la casa más grande del pueblo, estaba un par de kilómetros más alejado entrando al bosque, completamente rodeado por la vegetación. Árboles frondosos, fuertes y saludables. Los guardias me miraron con curiosidad, pero no dijeron nada al ver que me acompañaba la hija del alfa.
La casa era grande. Más grande que en la que yo me crié. Tiene cuatro pisos, contando la primera planta y, sabedora de lo paranoicos que eran mis padres, seguramente había dos o tres pisos subterráneos con múltiples salidas secretas a sitios aleatorios del bosque, tanto dentro como fuera de nuestro territorio.De niña me encantaba descubrir todos y cada uno de ellos. Acompañada siempre por mi hermano mayor, Theodore.
Para llegar a la entrada principal había que subir unas escaleras. Desde mi posición apenas podía ver la parte superior de la puerta. Su subió varios escalones hasta que yo reuní en valor suficiente para seguirla.
Estoy nerviosa, siento retortijones en el estómago y como mi corazón amenaza por salirse de mi pecho. Mis palmas sudan, intente limpiarme sobre mis vaqueros. Sé que no fui la única que lo noto, agradecí que no lo mencionaran.
Susan no paró de hablar de mil y una cosas sin sentido, llevada por la ansiedad y la incómodos situación. Yo tampoco sabía cómo actuar, así que me quedé en silencio, evitando moverme demasiado.
Después de tanto tiempo ¿Qué es lo que había cambiado? ¿Todo? ¿Nada?
No lo sabía y me da miedo descubrirlo.
Subí dos escalones de piedra cuando me detuve. Los nervios clavándose en mi piel sin clemencia, como una sesión de acupuntura con un aficionado. Su se detuvo al no escucharme y se volteó. Al verme congelada al principio de la escalera bajo hasta mí. Me sonrió comprensiva y me tendió una mano.
Estuve por aceptarla cuando la puerta principal se abrió de golpe y de dentro de ella me llegó un aroma muy conocido. Tal como antes, un nudo se formó en mi garganta impidiéndome decir palabra, dificultándome la acción de respirar.
Por las escaleras bajo un furioso Theodore.
Estaba enojado. Tan enojado que su cuello estaba colorado y con sus ojos entrecerrados apenas se podía notar sus pupilas brillando con un tono rojo, que parpadeaba como un farola de carretera descompuesta.
Yo solo me quedé quieta, mirando a mi hermano mayor. Es completamente diferente a mis recuerdos. Se ve mas alto, mas fuerte y no hay rastros de esa sonrisa que siempre lo acompañaba a donde quiera que fuera y en cualquier situación que se le presentara.
Perdóname hermano, por haber desaparecido. Siento todo el sufrimiento que cause. Perdón. Perdón.
Pero ninguna palabra abandonó mi boca.
— Theodoretenemos que… —comenzó a hablar Su, pero una miradasuyafue suficiente para callarla.
Los ojos de hermano mayor se fijaron en Jeremy, a un par de metros de distancia de nosotras.
— ¿Qué haces aquí?¿No te lo dije la última vez? Que seas la pareja de mi hermana no te da beneficios. Tienes un trabajo y debes cumplirlo.
Theo estaba a punto de estallar contra el chico inocente.
— Theodore, escucha, no es...
— ¡Su!—rugió el —¡Ya hablamos de esto!
— Estoy haciendo mi trabajo, señor —respondió Jeremy, con voz calmada, tranquila yrespetuosa—estoy escoltando a...
— ¡TU TRABAJO ES ESTAR EN LA FRONTERA! —Grito Theodore.
— ¡SUFICIENTE! —Grito Su. Theo se volvió furioso hacia ella pero antes de que comenzara a hablar, ella siguió—¡Puedes escucharnos por un segundo!
Theo gruñó algo y la miró en silencio, esperando que hablara. Susan tartamudeo, sin saber que decir o como. Cómo decir la noticia de que estoy viva.
—¿Y bien? —presiono.
Carraspeé, llamando la atención de los tres.
Su me sonrío con disculpa por haber presenciado la escena. Como hermano mayor y hermana menor, Theo y yo hemos tenido tantas discusiones, a veces estás llegaban a un grado mayor y terminamos en la enfermería. Esto que acabo de ver no es nada. Supongo que eso es porque nuestro carácter es similar. Culpa de mamá.
Theodore me miró sin reconocerme por unos segundos. Entonces, sus ojos se abrieron tan grandes como los de Susan minutos atrás. Supe que ya me reconoció.
— Imposible —murmuró para sí.
— Soy yo, hermano —dije, mi voz se oyó rasposa y ronca—soy yo.
— Hallie —acarició mi nombre con dolor y ternura, me rompió más de lo que ya estoy rota.
— Si, soy Hallie—asentí con la cabeza intentando sonreír, pero debo verme aterradora con las feroces marcas en mi rostro.
— Hallie... ¡Hallie! —Grito y corrió hacia a mi.
Me abrazó con fuerza, aplastando mis extremidades impidiendo mi movilidad. El pánico me subió como gusanos de hielo de mi estomago a mi cabeza. Me estremecí y tomo todo de mi fuerza de voluntad no alejar su agarre de mi. Me repetí que el es mi hermano, es un leopardo, es mi familia. No me hará daño.
Minutos después Theo se separó de mí casi a regañadientes. Me inspeccionó el rostro, y una mueca de horror se formó en su cara cuando cayó en la cuenta de las cicatrices de mi cara. Con sus enormes y ásperas manos intentó acariciarme, pero igual que con Su, me tensé y quise alejarme. Puedo aguantar que me abracen, pero no tolero, no puedo, que me toquen la cara.
— ¿Dónde estabas? —Pregunto—¿Quién fue?¿Que te paso?
Mi cuerpo se sacudió, retrocedí dos pasos. Cerré mi mente a los recuerdos que amenazaban con desacomodar los pedazos de mi que logre volver a juntar.
— Hallie —el miedo, la impotencia y el dolor por mi en su voz me devolvió a la realidad, el es mi hermano, no un lobo —ahora estarás bien. Te protegeremos. Nunca más nada malo te pasará.
Aunque esa promesa me encanta, sé que no es cierto. Un alma rota como la mía no tiene arreglo.
La puerta de entrada volvió a abrirse, y por las escaleras escuché dos pares de pie bajar alterados.
—¡Theodore!—llamó una voz que reconocí enseguida—¿Que sucedió?¿Por qué gritaste así?
Me aleje de mi hermano para quedar cara a cara con el alfa y su compañera. Con mis padres. Mamá jadeo y sus ojos se nublaron. Papá parpadeo, sin poder creerlo. Sus ojos horrorizados revisaron mi cuerpo, como si pudiera ver cada horror que tuve que pasar.
—Hallie—sollozo mamá y bajó las escaleras que nos separaban en dos zancadas y me abrazó.
Me tense. Sus brazos rodeándome se sintieron como cadenas intentando aprisionarme. A pesar de saber que son mis padres, mi familia, que jamás me harían daño. A pesar del tiempo que pase mentalizandome para este momento, no pude soportarlo.
Ahora estoy en un lugar seguro, con gente que me ama y me protege. Pero yo ya estoy rota y no tengo salvación.
La manada Blackcher sube en la pirámide del poder. Sus territorios se expanden cada vez mas, los cambiantes leopardos llegan de todas partes para unirse a ellos. En menos de diez años Blackcher ah escalado la pirámide del poder hasta casi la cima. Entrando al top de las diez manadas mas poderosas, ocupando el puesto numero 4; siendo esta la primer manada de felinos tan poderosa en los últimos siglos. Cualquiera que se atreviera a amenazarlos desaparecía poco después en circunstancias misteriosas, a no tanto, dependiendo su la amenaza se hizo publica, entonces sus enemigos eran ferozmente derrotados. La fuerza de su ejercicio aumento, sus soldados eran más avilés
Hallie El líquido carmesí aún estaba caliente en mis manos cuando llegaron los refuerzos. Tenían quince minutos de retraso, aunque su presencia no fue necesaria, debía castigarlos por ello. La puntualidad era cuestión de vida o muerte. Un retraso de un minuto podía significar la pérdida de un soldado, una mujer o un niño o de la manada completa. Y ellos debían entenderlo. —Saquen los cuerpos y déjenlos a las puertas de su hogar. Que ningún niño los descubra
Hallie Baje las escaleras de dos en dos hasta el primer piso. Allí esperaba Theodore con su rostro tan frío como el hielo. —¿Qué tal me veo?—di una vuelta sobre mí misma, mis labios curvados en una sonrisa falsa. Una sombra nostálgica ensombreció por un segundo sus ojos. Si, me imagino el porque. Sin las cicatrices y vistiendo conjuntos juveniles soy idéntica a mi yo anterior. Aquella chica linda
HallieLa cena transcurre con calma, sin incidentes. Mantengo a raya mi leopardo, escondiéndolo muy dentro de mí para que no cause ningún estragó.Hickling no me miró en toda la cena, se limitó a hablar con mi padre y Theo sobre trivialidades, el estado de la economía actual entre otros temas. Fue una cena cordial y pacífica. Sin más incidentes, me mantuve apartada. Hallie Por la mañana, toda la familia y las visitas desayunamos en el comedor principal, aunque solíamos hacerlo directamente en la cocina. Solo faltaba Su, que estaba con su pareja. Hoy tenían planeado visitar a unos arquitectos para diseñar su futuro hogar, pues ninguno quería quedarse en la enorme casa del alfa. Aquí no se tiene la privacidad que necesitan las jóvenes parejas. Al terminar, lleve a Hickling y sus dos betas a la frontera, desde allí caminamos hCapítulo 6
Hallie Edward Feretti era un hombre grande. Alto y ancho por igual. Usaba unos ridículos lentes cuadrados que se veían diminutos en su cara pálida. Tenía cabeza pequeña y una prominente barbilla con una papada más grande aún. Sus manos eran anchas, sus dedos grandes como chorizos. Y era inteligente, para que negarlo. Oh y es humano. Bakhet Temía que no viniera. Aún tenía el pelo erizado por la amenaza que había sentido ante la presencia de su animal. De toda la familia, ahora sabía quién era el que más detestaba a los lobos. Bakhet miro a la luna, que brillaba sonriente en el cielo nocturno, con el ceño fruncido. Selene debía estar divirtiéndose de lo lindo. Solo él podía haberse emparejado con una leoparda que odia a los lobos. Las estrellas eran crueles y el destino era peor. ¿Oh debía concederle tan mala suerte al karma? Hallie Estoy furiosa.MUY furiosa. Mire los cinco leopardos que estaban frente a mí, transmitiendo con mis ojos las terribles ganas de asesinarlos. Teníamos una regla importante. Muy importante. Jamás salir del territorio sin permiso. Y este grupo de adolescentes no solo cruzó la línea sin permiso, sino que se fueron a la ciudad humana donde miles de criaturas mágicas sin honor pasean por las calles, criaturas que no dudarán en matarlos por simple y morboso placer. Último capítuloCapítulo 8
Capítulo 9