Bakhet
Eran las seis de la tarde cuando Sara lo llamó preocupada. Hacía varias horas que Hallie había ido a caminar por el bosque y aun no daba señales de vida. Bakhet se preocupó, y su lobo se inquietó. Y detesto como nunca ser un alfa y tener que encargarse de su manada. Envío a sus betas y soldados de más confianza a buscarla en el bosque. Fue Wolf quien, después de dos horas de seguir su rastro, regreso a él en su oficina y le comunicó.
—Seguí su rastro desde la casa de Sara hasta su casa.
—
HalliePuedo escuchar el golpeteo de un corazón. Despacio, y relajado. Está cerca y se oye fuerte. Vital, con mucho aún por vivir. Es mi corazón, pienso al escuchar con más atención. En la oscuridad infinita, donde no hay nada, solo puedo escuchar los latidos de mi propio corazón.Estoy viva, creo.Me concentro, en cada parte de mi cuerpo. Mis manos, mis dedos, mis pies,
TheodoroTheo estaba furioso. Y aterrado. La idea de perder otra vez a su hermanita le estaba matando. Pasó menos de una hora desde que Hamlet lo había llamado avisando de la huida de Hallie y Theo ya tenía organizado a todos los leopardos fuertes en camionetas blindadas. En menos de diez minutos las camionetas abandonaron los terrenos de la manada ante la atenta mirada de todos, quien miraban preocupados su marcha.A mitad de camino a la ciudad de los lobos, una alarma de alerta aparece en su teléfono. Era de Hallie, del reloj especial que le había dado. Su hermanita pedía ayuda y él es
HallieLe cuento todo. Desde que abandone la manada feliz de poder independizarme, de ir a la universidad. Le conté la presión de tener un alfa dentro de mí y de tener que inclinarme ante otro, la razón principal por la que me fui a pesar de que nadie quería que lo hiciera. Le conté cuando me secuestraron. Como me asaltaron, en la calle a pela luz de día. Le conté todo lo que ellos me dijeron, pero no pude decirle todas las cosas que me hicieron. Es mi padre, suficientes heridas cargo yo para que él también las lleve.Hable del manicomio. De cómo rescatamos a Lessa con ayuda de la detective. Del juego de la loba. Y le conté lo q
HallieEl fuego se elevaba hacia el cielo, feroz. Millones de chispas rojas se libran de él, saltando hacia las familias reunidas a su alrededor. La música se esparce por entre los árboles, los más jóvenes bailan y ríen con ella. La noche cae, y los padres sacan malvaviscos para que sus cachorros los asasen al calor de la fogata ubicada en el centro del bosque.Suspiro, feliz. Es la primera vez que veo a toda la manada Jokerwolf reunida en un solo lugar. Es una manada enorme. Y aún faltan integrantes por llegar. Todos son felices esta noche, sin ninguna demente amenazando sus familias, sin manadas locas haciendo explotar sus lug
UN AÑO DESPUÉS—¡NOCHE DE CHICAS!—grita Franchesca antes de abrir una botella de champagne, haciendo que toda la espuma salga despedida.Gritamos mientras el alcohol nos salpica dejándonos pegajosas. Esta noche es solo para nosotras. Mientras los hombres se reúnen para discutir sobre el nuevo proyecto de la empresa Wolf, un complejo de departamentos ambientados especialmente para cambiantes en la ciudad, sus compañeras nos reunimos en mi casa para disfrutar de un día solo pa
PROLOGO Los latidos de su corazón son muy fuertes. Ese sonido del golpeteo contra su pecho seríaescuchado por ellos y entonces la atraparían, otra vez. Se obligóa calmarse, bajando la velocidad de su respiración. Y presionando su miedo y ansiedad en lo profundo de su mente, el latido de su corazón se ralentizóhasta ser apenas perceptible. Debía mantenerse en silencio y camuflar su olor. Si la atrapaban… todo habría sido en vano. Si tan solo pudiera cambiar, ya estaría a kilómetros de distancia, en una habitación de hotel barato, a salvo. Que ironía, hace un par de años atrás ir a un h
Hallie 257 días. 257 días de búsqueda exhaustiva. Y por fin las noches en vela, las lágrimas y la sangre derramada, el frío del invierno y las carreras de vida o muerte dieron fruto. Encontré la nueva ubicación de la manada Blackcher. Mis amigos, mi familia. Mi manada, mi hogar. Cr
Hallie Su y Jeremy, ya en su forma humana, me guiaron hasta la casa más grande del pueblo, estaba un par de kilómetros más alejado entrando al bosque, completamente rodeado por la vegetación. Árboles frondosos, fuertes y saludables. Los guardias me miraron con curiosidad, pero no dijeron nada al ver queme acompañaba la hija del alfa. La casa era grande. Más grande que en la que yo me crié. Tiene cuatro pisos, contando la primera planta y, sabedora de lo paranoicos que eran mis padres, seguram