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Todos los capítulos de Resignación: Capítulo 11 - Capítulo 20
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10. Las normas
—Primera condición—formula.Mis ojos se colocan en su cuerpo, sabe perfectamente que tiene un cuerpo y un rostro envidiable, se sabe con el poder suficiente como para hacerme tolerar sea lo que sea que implicara todo esto.Ni siquiera se que estoy haciendo.Cinco años con Ian, seis si contabamos este a la basura.En el fondo quiero pensar en que Damián tiene razón y que para que follemos como dos animales no hace falta amor ni sentimientos pero no lo sé. No se si tiene mucha lógica, no se si tiene algún sentido. —El mando lo tengo yo, yo pongo el sitio, el lugar, la hora, tu pones tus tetas y tu coño—añade ahora clavando sus ojos en mi cuerpo.Me siento desnuda en cuestión de segundos.—Segunda condición—hace una pausa de nuevo echando su cabeza hacia atrás.Trago saliva con fuerza.—Usarás protecció
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11. Buen inicio
—¿Para quién mantienes tu coño perfectamente depilado?—pregunta con voz sugerente.—Para mi, me gusta la sensacion de piel suave cuando me toco—la sinceridad siempre fue una de mis cualidades.—¿Te has tocado pensando en mi?Mis ojos se salen de órbita.Lo observo sin poder articular palabra.Desnudos y exhaustos en la cama lo único que aparecía por la mente de él era más sexo.—No.Me niego a inflarle más el ego.—Por ahora, pero lo harás, y aún más fuerte de lo que has llegado a hacer. Creo que después de este primer plato es hora de pasar a lo que realmente quise hacer contigo, con esa lengua rebelde que tienes, darte un castigo digno y no podrás hacer nada por escapar porque ahora ya eres mi puta, toda mía.De nuevo me sonrojo, ya era costumbre, en el fondo estaba emocionada ante la
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12. No hay tiempo
Me había dejado claro que el único sitio donde podríamos encontrarnos es lejos de la oficina, lo de la otra vez fue un simple desliz, una bienvenida supongo. Estoy mucho más que segura que había algo inquebrantable en Damián Remington y es su palabra. Por más pervertido, perverso y cruel que pueda a llegar a ser, lo que sale de su boca se corresponde con sus actos y eso es algo que siempre se agradece.No lo he visto en todo el día pero eso no ha impedido que hubiera seguido trabajando, contra todo deseo me he pillado a mi misma mirando de reojo hacia su despacho deseosa y ansíosa al mismo tiempo. Lo único que me he encontrado ha sido a ejecutivos saliendo y entrando y a mi programando nuevos encuentros…Lo que solía ser rutinario para mi, se había convertido en un castigo, en la espera de algo mucho más placentero, estar entre los brazos de mi jefe, casado y prohibido.&
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13. Fiesta
Mi aparición en la fiesta provoca una serie de reacciones exageradas en todo el personal de la empresa: Primero, están encantados de verme. Me preguntan cómo me siento, si me gusta el puesto, intentando hacer ver que no saben que soy el ojo derecho del jefe. Entonces notan mis tetas. La mayoría de ellos se tropieza con sus siguientes palabras, algunos de ellos se ríen torpemente y algunos de ellos simplemente miran fijamente, disfrutando abiertamente de la vista. Se que es una jugada que pagaré muy cara.Megan menea las cejas en mi pecho y dice—Wow, nena, te ves espectacular, sabía que el vestido realzaría tus dotes — declara con una risita coqueta.Cuando el último que quería ver y a la vez el único al que quiero ver aparece, Damián Remington con su clásica actitud altiva, se acerca y me da un trago, estoy tan llena de lujuria y timidez, siento que mis
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14. De nuevo
Hago lo que me dice, inclinando la cabeza un poco hacia atrás, lo que le permite acceder fácilmente. Desliza cada uno de sus dedos dentro y fuera de mi orificio, haciendo que la saliva gotee por mi barbilla. Tomando saliva de su propia boca, mete tres dedos de golpe, ordenándome que los succione. Mientras sigo sus instrucciones, toda la saliva extra me hace babear, acabo terminando babeando sobre mis tetas desnudas.—Joder … sí …— admira, mirándome chupar, entregándome a él—Esta es mi pequeña Addie, sumisa y eficiente.Lloro y chupo más fuerte.—Te gusta cuando te follo la boca, ¿no?—pronuncia, y yo asiento, suelto un ‘mmhmm’ de acuerdo, amando la sensación de su saliva en mis tetas. Los sonidos hambrientos y sordos brotan en mi espontáneamente.Alejando sus dedos, se ríe un poco mientras la baba sale a borbotones de m
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15. Nos vamos al lago
La semana ha pasado con días donde ni siquiera nos dirigíamos la mirada y noches donde nos follabamos hasta la mañana. Siendo honestos no me disgusta del todo, es reparador. Me he acostumbrado a sus normas, a su forma de hacer las cosas. Me he convertido en la putita dócil de Remington, me pongo lo que me pide, me comporto como lo que me pide, digo lo que me pide y gimo cuando me lo pide. No sabría definir en que punto de la historia he llegado aquí siendo honestos no me disgusta.Miro a Ian comer su hamburguesa con una sonrisa, ni siquiera atiendo a lo que me está diciendo estoy demasiado ocupada pensando en la noche. No puedo evitar la primera vez que nos conocimos, eramos unos crios aún. Él era y es el mejor amigo del novio de mi hermana, el resto fue historia. Siempre me gustó su caballerosidad, su capacidad de hacerme sentir respetada y valorada. Es el tipo de hombre con el que te casas. Nada
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16. Mi jefe
La mañana llegó y con ella apareció Ian, tan jovial y alegre como siempre. Mamá y papá no dudaron en invitarlo a desayunar en familia. Siempre lo hacían a pesar de todo.A pesar de que a mamá no le acabara de agradar.Supongo que respetaban mi decisión, sabían lo que Ian Vermont significaba para mi asi que era normal que a pesar de todo lo aceptaran como un miembro más de la familia, uno bondadoso, gentil y caballeroso. El hombre que cualquier mujer desearía, profundamente bueno y detallista. Tan solo deseo que este sentimiento que siento cada vez que lo veo sonreír no se desvanezca, que el destino no sea caprichoso y hoy este amándolo y mañana me despierte odiándolo.Soy lo suficientemente consciente para entender que el corazón la mayoría de veces tiene  razones que la mente ignora pero eso no es mucho mejor alivio que entender que debo perder un hombre como Ian. Un hombre que ha estado a mi lado.Que me ha apoyado des del momento uno.Que me
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17. Pecado
—Is in ginii mi fitiri ispisi—se burla de mala manera después de aparcar y empezar a caminar hacia nuestro picadero.Antes que pueda siquiera dar un paso más hacia el salón, me estampa contra la pared. Su erección es penetrante en mi culo.—Su querida esposa va a ser follada por mi.—Futura.Recalco en un intento de apagar mi consciencia.Él se ríe sin ganas.—Quítate las bragas y colócalas en el cajón.Se separa de mi.Su mensaje de mando envia de forma inmediata un hormigueo a mi coño.Obedezco como siempre.¿Por qué diablos estaba haciendo esto?Podría estar con Ian en la casa de la cabaña, en el lago desconectando. En cambio aquí voy a ser follada como una puta sin reparos.Nunca he hecho algo como esto antes, ni siquiera he pensado en hacer algo como esto. Pero lo estoy haciendo.E
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18. Domingo con Ian
—¿Ya has terminado?—pregunta Ian al lado de la otra línea. —¿Perdón?—pregunto como estúpida.—Que si has terminado.—Sí.—¿Sí?—susurra con diversión Damián acercándose a mi.—Sí—repito mirando de mala manera a Damián y sus intenciones de seguir jugando—Si, si, en media hora llego a mi casa tal como hemos quedado—aclaro.—Bien—responde Ian.—Bien—suelto.—¿Te vas?—pregunta Damián cuando aparto el teléfono.—No me gusta hacer esto. Amo a Ian…—las palabras salen espontaneas.Él cierra los ojos, se aparta, coloca sus manos en el rostro y toma aire.(***)La casa de mis padres ha sido el sitio donde he crecido. Es el sitio donde mi hermano Joe y mi hermana Violet, los má
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19. El lago
El clima era perfecto.Ian era perfecto.El lago era perfecto.Cualquiera que nos viera podría decir que estabamos hechos para estar juntos.Él pescando y yo en la orilla junto a él animandolo a que pescara más y más como si no hubiera un mañana, el sol nos alumbró queriendo hacernos compañía.Observarlo celebrar conmigo sus hazañas hizo que la poca decencia que había en mi se esfumara, mi integridad moral era historia ya y todo por habersela vendido a un hombre como Damián, engreído, egoísta y cruelmente perverso. Nada que ver con el gentil hombre que hay en frente mío, que sonríe, que grita, abraza y siente de una manera en la que cualquier mujer desearía poder formar parte de su vida. Qué tonta he sido.Nada de lo que pudiera ofrecerme Damián podría compararse a lo que Ian me proporcionaba con solo una
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