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Todos los capítulos de Daños Colaterales: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Una entrevista
  Aún recuerdo esa noche, nunca podré olvidarla... Los gritos, los pasos apresurados y el sonido de dos disparos atravesando el aire nocturno me acompañan a donde vaya. El olor a sangre, una leve llovizna nocturna y un dolor insuperable. Sólo se necesitaron dos balas para destruir mi vida entera sin necesidad de siquiera rozar mi piel. El olor a pólvora impregna mis recuerdos y aviva mis deseos de conseguir justicia y en caso de no lograrlo, venganza.Recuerdo el sonido sordo de un cuerpo cayendo sobre el suelo, seguido de otro. No pude hacer nada, no con un arma apuntada a mi cabeza. Creí que seguía yo... Cada pesadilla me recuerda lo que perdí, no hubo justicia, nadie pagó por las dos vidas que terminaron esa noche, en un lugar perdido en el bosque donde las cámaras y los medios nunca llegaron ni llegarían. Todos en el pequeño pueblo sabían quién lo hizo, pero
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2.Primer día en la oficina.
         Considerando todo, regresé a mi pequeño departamento temprano, apenas iban a dar las tres de la tarde cuando ya estaba sentada ante mi escritorio, sin intenciones de volver a salir. El mundo exterior carecía de atractivo, era como si lo brillante de los colores y lo melodioso de los sonidos se hubiera ido con ellos… La seguridad se fue con mi padre, mientras que la alegría se la llevó Antonio, mi Toño, ya había comprado mi vestido de boda cuando el señor Daleman le arrebató la vida.         El departamento era bastante pequeño, sólo vivía yo ahí y nunca invitaba amigos, conocidos o compañeros de trabajo. Consistía en una pequeña sala-comedor-cocina con el inmobiliario básico: un refrigerador, estufa y fregadero componían la cocina en la esquina más l
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3. El sobre
El vestíbulo estaba bien iluminado, con enormes ventanales que permitían la entrada de luz natural y hacían brillar el suelo de mármol blanco. El sonido de nuestros pasos resonaba mientras caminábamos a la salida. Afuera esperaba Daniel, me sentía algo nerviosa con todo lo que estaba pasando, no porque temiera que la información pudiera ser usada para rastrearme, sino por la terrible anticipación que amenazaba con hacerme actuar de forma impaciente o estúpida. Durante el viaje en auto me concentré en mi respiración mientras repetía en mi mente “Esto ya lo sabías, sabías que sentirías la tentación de hacer algo pronto… pero recuerda que tienes todo el tiempo del mundo, no te vas a conformar, no ahora. Una victoria pequeña no será suficiente”. Todo el tiempo del mundo a veces no parecía suficiente para la tarea que me hab&
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4.Un secreto
El sobre resultó ser más importante de lo que jamás hubiera imaginado, algún día tendría que agradecerle a Karla por su sugerencia. Después de ver el contenido no creía volver a ver a Christian de la misma manera, antes lo consideraba casi tan responsable como su padre por todas las malas acciones de la compañía, el sobre lo cambiaba todo. Era una prueba de ADN con una nota escrita por el mismísimo señor Daleman.“Daniel:Ha llegado el momento de confirmar mis sospechas, se acerca el momento de nombrar un heredero y necesito saber si Christian es mi hijo. Nada en su carácter se parece a mí. Recuerda lo que podrías perder si decido volverlo mi sucesor y lo que ganarás si me ayudas. - D.”Me quedé sorprendida. ¿Daleman creía que Christian no era su hijo? Debía tener sospechas, si no ¿solicitaría una p
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5.Oportunidades.
La reunión no fue suficiente para convencer a los encargados del centro comercial, no después de todos los artículos especulando sobre la reputación de la empresa. La no tan mala idea de Christian resultó ser organizar una comida para ellos, una cena que los hiciera notar lo bien que le iba a la compañía al igual que su compromiso con el proyecto. Había sólo un detalle inesperado.-Luisa llevará a su nuevo novio. -dijo Christian en la mañana, jugueteaba con sus manos nerviosamente. -Y quería saber si… podrías ir conmigo. Todos asumirán que eres mi pareja, sólo te pido que no los corrijas, por favor. No quiero parecer un perdedor mientras ella continúa con su vida, le deseo lo mejor, de verdad, pero aun así es incómodo.-Yo…-comencé a punto de negarme, entonces vi esos claros ojos prácticamente rogándome y cambi
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6.La fiesta.
Despertar con resaca es una de las cosas más incómodas que puede experimentar una persona, recordaba distantemente las sensaciones de esos periodos alejados de la conciencia en los que reinaban el dolor y la confusión, cuando después de una noche de descontrol me arrepentía de todos mis pecados. Christian seguía dormido cuando desperté, en silencio me di un baño con agua caliente y salí por el otro cuarto, con un poco de suerte cierta persona ya no estaría dormida contra la puerta del mío cuando regresara.Compré aspirinas en la farmacia cercana y el vaso de café más grande que pude encontrar para él, unos sandwiches para desayunar y un vaso de jugo de naranja para mí. El problema fue balancear todo en mis manos mientras caminaba de regreso, temía tirar todo y tener que repetir el viaje.A pesar de lo cuestionable que podría ser salir con la ex
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7. El Regreso.
Regresar a la Ciudad de México no trajo consigo las vacaciones que Christian y yo esperábamos o necesitábamos, apenas aterrizó el avión su teléfono comenzó a sonar sin pausa. Los problemas no se hicieron esperar ni un minuto. Por mi parte tenía mucho por hacer, comenzando por revisar los archivos de Luisa. Me esperaban tediosas horas leyendo lo que bien podría ser su diario.-Iremos de inmediato a la compañía. -Christian miró su reloj preocupado, pasaba del medio día y el tráfico era insoportable. -Eso si logramos llegar, claro.

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8.Una crisis menor.
La policía se negó terminantemente a dejarnos sacar cualquier objeto de la escena del crimen, ni siquiera la placa en la puerta del señor Daleman pudo ser salvada. Todo podía ser evidencia y cada detalle contaba ante la ausencia de cámaras de seguridad, un movimiento cuestionado por el detective a cargo, Javier Olmos y su compañera en el caso, Silvia Islas.Ambos solicitaron reunirse con Christian a la brevedad, lo cual él decidió sería a las seis de la mañana del día siguiente. Los dos llegamos casi a la misma hora, había dos patrullas en la puerta y las cintas amarillas impedían el acceso al edificio. Cualquiera podía notar que se trataba de una escena de crimen. Caminé a su lado hasta la cinta, donde dos policías nos detuvieron.-Nombres. -Dijo uno de ellos, claramente generoso con las palabras.-Soy Christian Daleman, pidieron verme. Ella es Rachel
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9. Lucía Diaz.
 - ¿Los policías sospechan de Christian? -pregunto Lucía. Nos reunimos enfrente de las rejas de Chapultepec a la media noche, aun había algunas personas, pero no había suficiente luz para que nos vieran bien. La mejor forma de esconderse es a plena vista, al ojo ajeno éramos dos amigas caminando juntas hacia la estación del metro, platicando de cualquier tontería con tal de pasar el tiempo.Comenzó nuestro trayecto por el metro Chapultepec, de camino a la estación Auditorio, no tenía mucho sentido el trayecto en sí, su única razón de ser era darnos todo el tiempo posible para hablar y pasar un poco desapercibidas. Guardábamos silencio cuando alguien pasaba cerca y Lucia cada cierto tiempo miraba alrededor, cuidadosa incluso de los coches que pasaban en la avenida.Lucía era alta y delgada, de ojos oscuros que parecían estar an
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10. Olmos vs Daleman.
Dormir resultó una mala idea, cada vez que cerraba los ojos escuchaba los pasos sobre hojas secas, sentía una agitación inigualable como si corriera un maratón, mis piernas avanzaban sin detenerse por una norme pesadez que volvía lento cada movimiento. Necesitaba apurarme. No llegaría a tiempo… Veía destellos en la oscuridad que iluminaban rostros cubiertos y desconocidos de repente el sonido de dos disparos me despertó.Instintivamente llevé mi mano primero a mi corazón acelerado, luego la pasé por mi cabello, tenía la frente empapada de un sudor helado y había pateado las cobijas al suelo en algún punto de la noche. Entré al baño y me mojé el rostro con agua fría, mis ojos se veían rojizos en el espejo y no fue difícil notar que había vuelto a llorar dormida. “Odio esto” pensé, la imposibilidad de olvida
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