Las primeras chicas fueron sorteadas hasta llegar a los mil quinientos euros, para Vanessa esa era una enorme ofensa ¡¿Desde cuándo debían ponerle precio a la vida de algún ser humano? La chica mantenía un semblante neutro, uno que camuflaba a la perfección el disgusto que esta situación le causaba. La joven recordó las órdenes que había recibido por parte de la señora Heather, así que se alejó del lugar en el que se encontraba Paolo y, aunque el chico no quisiera, lo dejó atrás. Ella debía recorrer el sitio y acercarse preferiblemente a los ganadores de aquellas subastas, lo hacía con el fin de sutilmente poner rastreadores en cada uno de ellos, de esa forma la mayoría de sus cuevas serían descubiertas. —La última dama de esta noche es Eleonor, cómo pueden apreciar es una de las más bellas de esta noche, tiene 20 años y está en busca de algún «Cálido hogar» que la acoja, iniciamos las ofertas desde mil euros ¿Quién se apunta? — anunció el subastador, incluso él daba asco. ¿
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