Lucas 2 años después… Me costaba asimilar que mi final estaba cerca. Sin embargo, no me arrepentía de nada, más que dejarla sola y enfrentarse con una realidad que jamás se formó en su mente. Mentirle durante todo este tiempo, valió la pena porque logré una felicidad que no había concebido pudiera existir. La enfermedad, aunque no hizo estragos por fuera, me estaba consumiendo por dentro desde hace un año. Sin embargo, ninguna de las alternativas que me ofrecían, eran viables para mí.Santorini le había sentado tan bien, que cada día estaba más bella y, nuestro hijo, que hoy cumplía dos años, se parecía aún más a ella.Miré a mi alrededor, suspirando. La casa estaba llena de recuerdos y amor por cada rincón donde volteara a ver, en especial ese día, que todo
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