Camino por la ciudad pensando nuevamente en que será de mi vida ahora que no tengo trabajo. Quizás me pasé, pero tampoco puedo permitir que me trate como lo hiso. Debo buscar otro trabajo, obviamente, especialmente porque no puedo dejar correr con todos los gastos a mi hermano.La noche ya ha llegado y estoy sola por las calles de la ciudad, y por muy loco que parezca, me siento sola. Me duele que sea así, entre todos los hombres, no esperaba de él, pero bien se dice que el dinero no te hace gente, y efectivamente él no era uno. Él era un monstruo, un cubo de hielo, uno que no tiene sentimientos, un insensible y arrogante hombre si corazón. Un hombre que muy en el fondo siempre me gusto, que siempre quise, pero que ni en mis pesadillas lo quiero. Querer y no querer. Estoy loca.- Esto es una basura. – susurro a la nada, mientras busco un cigarro de mi bolso y lo enciendo. Con la primera calada suelto lo pr
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