Luego de aquel bebo, no volvimos a hablar, y es que en realidad no necesitábamos palabras para definir la atracción que sentíamos. Además, se mostró muy relajado, y sonreía al celular en todo momento mientras me observaba de vez en cuando.En estos momentos estamos frente a mi casa, solo paso a saludar y llevar algunas de mis pertenencias para poder cambiar un poco de trapos en mi trabajo. Milagrosamente no h**o tanto, sin embargo, eso no quiere decir que no me haya explotado. - Vuelvo enseguida. – es lo último que digo, para después salir del coche, al fin y al cabo, él es muy fino para ingresar en mi casa. Sin perder tiempo, entro a la casa y lo primero que ven mis ojos es a mi hermano tendido en el suelo jugando con Fiorella.- ¡Tía Oli! - grita mi sobrina, dando un salto para caer a mis brazos.- Princesa de Franci. – habla mi hermano, uniéndose al abrazo junto a su hija. Y, por último, de la cocina sale corriendo Cam, con el delantal y secándose las manos c
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