Quisiera tenerte para siempre entre mis brazos, Adrienna. Abro los ojos de sopetón, perdida. Sudada y jadeando miro a mi alrededor. Era su voz, yo amaba esas palabras. Me hacían sentir protegida, adorada. Me cubro el rostro y lloro enfadada y decepcionada. Era solo un sueño, y sin embargo, parecía tan real. Durante un instante he creído que estaba de nuevo entre sus brazos. Lo más sorprendente es que me gustaba. Después de todo lo que ha pasado, yo lo quiero. Lo deseo. Quisiera eliminar el dolor, sustituirlo por felicidad. Quisiera escuchar su voz, su perfume y que su mirada se cruzara con la mía. La manera en la que me miraba me hacía sentir especial. Con los brazos rodeo mi cuerpo e intento ahogar un grito. Todo esto es un error, no puedo pensar en él, no puedo amarlo. Lo echo de menos, es esto lo que trato de negarme a mí misma. Lo necesito como el aire que respi
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