Un rayo iluminó por unos instantes la habitación sobre la que el nuevo rey, Tristán Dagger descansaba. Había sido un día largo y difícil, pero afortunadamente, ya había terminado. Sentado a la mesa, con una botella de vino de Isla Primavera, el rey estaba leyendo una vieja historia sobre intrépidos marineros que salían a la caza de una criatura colosal que se había llevado a muchos de sus compañeros, amigos y familiares. Según la historia, en aquellos años, en la época de los primeros reyes, muchos barcos mercantes y naves de guerra desaparecían cada tanto en circunstancias misteriosas. Hombres experimentados en altamar (como lo era él) habían perecido en las aguas. Muchas de las embarcaciones nunca habían sido encontradas y las que sí, planteaban, en realidad, más preguntas que respuestas.Un segundo rayo iluminó la habitaci
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