𝙰𝚕𝚎𝚝𝚑𝚒𝚊 —Alethia. Despierta, pequeña.Esa voz suena tan cálida, tan dulce, ¡qué provoca que mi corazón salte en mi pecho de la emoción! Mi primer instinto fue ir tras ella, buscarla. Pero en cuanto abrí los ojos lo que menos me preocupó fue el murmullo.Estoy en un bosque.Hay árboles tan altos que besan al cielo, un río que luce como una delgada serpiente dormida y salvaje, hongos que brotan sobre las rocas mojadas allá, entre el musgo y el agua que interrumpe su ritmo, y las azucenas blancas florecen en ese hábitat frondoso a su lado. También, las aves baten sus alas y cantan todo tipo de melodías que arrullan, volando rumbo al sol que está en su mejor momento, brillando, sin fastidiar los ojos.Estoy descalza, pero las plantas de mis pies no sienten dolor cuando piso las ramas o alguna que
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