Todos los capítulos de Breve Historia Interestelar (los viajes a otros mundos): Capítulo 1 - Capítulo 10
20 chapters
El meteorito / La huida (parte1)
La siguiente narración no es propia de mi imaginación. Si es imaginario o no, no lo sé. El hecho es que existe.¿Cómo llegó a mí? -sería una buena pregunta que ahora me dispongo a contestar.Aquel día (viernes 16 de agosto de 2019) estaba sentado en el rompeolas de la bah ía, todavía absorto en una caso bastante difuso. Este era el caso de la muerte de una de mis mejores amigas. Su cuerpo fue encontrado días después de que murió y, desde entonces, surgieron muchas hipótesis de las cuales descarto, personalmente, el suicidio.El hecho es que en ese momento, tal vez a las diez de la noche, vi que un objeto centelleante c
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La huida (parte2)
Todos esos esfuerzos invertidos en reparar mi ser tenían una causa que yo conocía muy bien, y es que yo era la persona idónea para batallar en la guerra inminente. Toda la información acerca de la muy cercana guerra me fue provista cuando comencé a realizar rutinas de ejercicios para probar mi cuerpo; me esforzaba a más no poder. Al final quedaba jadeando, exhausto. Era ese instante, luego del aseo, en el que me adentraba en las instalaciones para dirigirme a mi habitación.La flexible pantalla incluida en mi muy funcional brazo mecánico me advertía la escasa energía que tenía. Ahí era cuando mi pieza entraba en juego, pues estaba equipada para recargar mi sistema mediante campos electromagnéticos. Así, lo único que debía hacer
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La huida (parte3) / Un satélite acogedor (parte1)
De qué serviría plañir ahí si nadie me brindaría consuelo. Estaba en la absoluta soledad, contemplando las miles de millones de vidas que para entonces ya habrían dejado de ser. Tan absorto estaba en el funesto panorama que ignoraba que las luces del tablero titilaban de manera intermitente. En la pantalla había un aviso que decía "conexión imposible".-¿Qué hago ahora? -pregunté a Zaxo.-Sugiero que no salgas de la nave -respondió una voz chillona y aguda.-No me digas…Leer más
Un satélite acogedor (parte2)
Me iba adentrando en la neblina espesa hasta que, en poco tiempo, la misma se convertía en una tenue bruma. Empezaba a distinguir unas raras siluetas a lo lejos, como relieves irregulares del horizonte. Esa era la idea más obvia, pero estaba equivocado. Cuando había cruzado por completo la neblina, quedé pasmado ante lo que vi. La bitácora quedó más o menos así: "...luego de los repetitivos registros anteriores, una nueva bitácora. Bajé por una inclinación rocosa situada cerca de una maravillosa catarata, después de unos cuantos traspiés y unas insignificantes contusiones, me encuentro con algo realmente inusitado; lo que hace rato creí reconocer como montañas a través de neblina resultó ser una arboleda. Hermosos árboles colosales de tallo negro y hojas color azul, sus copas están tan altas que tengo la impresión de que son un camino al cielo, ok, tal vez no. En el suelo se extiende una alfombra violeta de algo que
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Un satélite acogedor (parte3) / Una amistad inigualable (parte1)
Lo magnífico era que al parecer me estaba protegiendo. Luego de un rato el monstruo desistió y regresó a su posición original; aparentando ser nada más que rocas decorativas. Mientras tanto la rara criatura defensora empezó a deformarse, como si fuera plastilina, sin moverse de su sitio, adoptó una figura plasta y de reluciente plateado.Yo no sabía ni qué pensar. Me quedé ahí, sin decir palabra, mirando ese ser, esperando a que pasara algo alucinante o sorpresivo. ¿Qué otra impresión podría esperar, que empezara a hablar? Bueno, no pronunció palabras pero…-¿Cuántas veces más crees poder escapar de esas criaturas?... -fueron las palabras que creí escuchar después de un rato.Leer más
Una amistad inigualable (parte2)
Era como si de repente la Xem jovial e infantil se hubiera perdido, desaparecido, siendo reemplazada por una diferente, una Xem cruel y vengativa.-Piensas vengarte, te entiendo pero ¿por qué no lo hiciste antes? -le pregunté mientras ella retornaba a su forma de chica.-No sé, no había tenido oportunidad de volver, cuando salí huyendo sólo pensaba en ir lo más lejos posible. De hecho no había pensado en ello desde hace mucho y recién ahora siento ese deseo de... de…La conversación estaba atemorizadora, no quería seguir hablando sobre el mismo tema.-¿Estás segura? No e
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Una amistad inigualable (parte3)
-¿Adónde vamos? ¿Acaso me vas a ofrecer en sacrifico? -pregunté para romper el largo lapso de silencio.-¡Jaja! ¡No! No seas tonto. Es allá arriba, ese humo sale directamente del lago -se alegró.-Ah, genial. Ahora otra pregunta, ¿no habrá más sorpresas ahí?-Eh... creo que no, espero que no.-Espero lo mismo -me inquieté yo.Llegamos a la cima, hasta la orilla de un inmenso cráter que expulsaba el humo en gran cantidad. El hedor me obligó a usar una camisa de recambio c
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Un amanecer fantástico (parte1)
IVUn amanecer fantásticoDesperté varias horas después, en mi catre, mi habitación, con mi energía satisfecha y un fuerte dolor en la cabeza. Junto a mi cabeza se hallaba el último libro que estaba leyendo mientras esperaba a Xem.Al ponerme de pie pisé algo duro, irregular, era el gorro negro que Xem utilizaba, el que perteneció al anterior ocupante de su habitación. Pero este tenía algo adentro, algo rígido, así que lo tomé.Del interior del gorro de algodón cayó un corindón zafiro del tamaño de dos puños, cosa que no hizo más que dejarme estupefacto, y con más interrogantes si era posible.Leer más
Un amanecer fantástico (parte2)
Pasaba el tiempo, me empezaba a impacientar, los libros ya me causaban hastío y la vista del espacio exterior ya no era tan maravillosa.Recordé entonces los juegos predeterminados que dejaron en la computadora para entretenimiento de los tripulantes.En algún pasado, cuando todo comenzó y me dijeron de los juegos, no me incitaron más que desdén. Me habían dicho que el juego principal de todos era el ajedrez, y sólo eso bastó para no querer jugarlo. La obvia razón era el deseo de olvidar la última vez que jugué, la vez en que muy satisfactoriamente perdí contra mi hija.Pero entonces hubieron un par de razones por las cuales podría olvidarme de la p
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Un amanecer fantástico (parte3) / Cómo se destruye un hogar (parte1)
Mantendría la lealtad a los deseos de Xem hasta el final, por dos razones: la primera era que su modo de pensar, juicio o filosofía era sensata, y la segunda razón era que si no accedía no tenía más que hacer, además ella me salvó la vida en al menos tres ocasiones y básicamente se lo debía.Aún no quería salir de ahí, todavía quería saborear la plenitud de ese sosiego; la tranquilidad y la relajación que me proporcionaba el paisaje eran tan exquisitos. Pero ya después de un largo rato comprendí que no podía prolongar ese instante para siempre, y si así lo hiciera, después de cierto rato la calma no sería igual, además, en algún momento, cuando esté viajando nuevamente, todo quedaría en el pasado y ese instante en el que todo era maravilloso ya no significaría nada.Leer más