Ambos entraron en la habitación y una cama enorme ocupaba la mayor parte del cuarto donde él la tendió, en esos momentos ella solo llevaba un camisón de seda con encaje que le marcaba su figura, iba descalza y con el cabello suelto y para más placer ella olía a cerezas. Le subió el camisón dejándola completamente desnuda.—¡Eres una mujer muy hermosa, Megan!Ella no le contesto, solo lo miraba con aquella mirada tan dulce que muy pocas veces él lograba ver en ella cuando estaban juntos, se desprendió de su ropa, se inclinó sobre ella y la beso nuevamente mientras que ella lo sujetaba de la nuca para poder dar profundidad al beso. Las caricias de Jack eran descomunales, sentía una corriente electrizante por todo su cuerpo adoraba que él la tocara, la hiciera estremecer, deseaba que solo él, la hiciera suya por el resto de sus vidas.<
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