—La conozco mejor que ustedes dos, y te puedo asegurar que cuando Catherine se enfada o está triste, no hay mujer más terca y poderosa que ella, lo mejor es que la dejemos sola, por la noche hablarás con ella y le dirás todo lo que se te apetezca —dijo Kit resignado al dolor que ya estaba sintiendo su mejor amiga.—Andrew, largó de mi casa, ya has conseguido lo que tanto esperabas así que te pido de la forma más atenta que te retires, no quiero verte o de lo contrario juro por lo más sagrado que tengo que te mataré —le amenazó Alessandro.—Está bien, me iré, pero quiero que sepas que no pienso dejarte el camino libre, una parte de mí se había resignado a perderla pero ahora que todos sabemos que no es tu esposa
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