Por fortuna, la bala de Andrew no le dio a Alessandro, tal y como él lo hubiese querido, pero terminó por matar al padre que los había casado. La velada había sido desagradable, empezando porque la madre de su ahora esposo, estaba fuera de sí, es como si la demencia la hubiera consumido en tan pocos segundos, pero no solo eso, corrió a gritos a todos los invitados, quienes sin saber qué era lo que estaba ocurriendo, desaparecieron de la casa lo más pronto posible, y ahora estaban en medio del salón de visitas. Serios, Alessandro desafiando con la mirada a su madre, mientras Catherine permanecía sumida en sus propios pensamientos, Andrew estaba en su habitación de huéspedes, y Adela estaba hablando con Enriqueta en el patio central con dos soldados.—¿Ha llegado algún mensaje de mi padr
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