Lo que temía se ha vuelto realidad. Y mientras permanezco en el suelo mirando un cielo enrojecido empiezo a ser consciente del patrón que existe cada vez que me encuentro con alguno de estos hombres.Me detengo en mi pensamiento analizando lo que me ha ocurrido hasta ahora.Cada vez que aparezco en un sitio extrañamente sobrenatural es resultado inmediato de algún beso recibido de alguno de ellos.El primero fue Chamuel, lo que pensé era un coqueteo inocente y un beso terminó conmigo inmersa en un bosque muerto, de las espinas o algo así, corriendo de lo que creí era un Chamuel convertido en vampiro.La segunda vez, después de una pesadilla ridículamente realista, aparecí en un desierto infernal y paseando por el interior de lo que según Gabriel era un laberinto viviente, todo, gracias a que él me besó.Y ahora la historia se repite, me ha besado Rafae
Leer más