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Todos los capítulos de DICTADURA INCLUSIVA: Capítulo 1 - Capítulo 10
44 chapters
Amanecer
-Como todos los domingos, la posibilidad de que abran es nula…-Claro. Si vos lo decís. Tenés menos ganas de caminar que yo de morirme de insomnio.-¿Sabés qué? Andá vos.-¿Qué? -Lo que escuchaste. Andá vos. Yo me cansé de ser tu sirviente.Sabía con claridad lo que sucedería a continuación. Ella reaccionaría con furia descontrolada, tildando su accionar como machismo irracional. Luego vendría la amenaza, y él cedería, por enésima vez.-Así que sos un sirviente. Un esclavo diríam
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Un pequeño sismo
Reynaldo caminó unos cien metros cuando tuvo que esconderse detrás de una verja.Una patrulla de 3 Persefonas deambulaba por la calle 32 Este. Iban conversando, sonriendo. Parecían distraídas, pero prefirió no correr el riesgo.El amanecer empezaba a despuntar. Detrás de las montañas, más allá de la ruta 3, el resplandor se hacía evidente.Sobre los barrios Cristina Fernández y Amalia Huanches los rayos solares incidían con fuerza. Reynaldo estaba en una esquina, en el sector 12, a escasos pasos de la calle principal este. La casa, según supuso él, era de la amiga de Bety, Pabla X-da. Leer más
Pavla
Pavla salió disparada a casa de Bety, luego de que confirmara que Reynaldo estaba en el frente de su casa.Bety tenía que aprovechar esta oportunidad, no podía dejarla pasar. Sería una necedad no hacerlo. Golpeó a la puerta, con desesperación.-Vamos...abrí…Ella demoró unos minutos.Abrió la puerta, estaba en pantalones cortos, con un cigarrillo en la mano.-¿Estás fumando?-Hola Pavla…-No sabía que fumabas… no es bueno fumar.Leer más
Sexual
Reynaldo estaba seguro de dos cosas en este momento: en primer lugar, la tarea que su hermana le encomendara ponía en peligro su vida y segundo, su vida no tenía mucho valor que digamos. Las horas pasaban lentas para él. Sus únicos amigos, “Conejo” y “Matute” estaban desaparecidos. Conejo con un triste final. Su salida en horas del día terminó con su cabeza siendo extirpada de su cuerpo, pero no por el simple hecho de andar bajo la luz del sol, paseándose como quien tiene toda la libertad del mundo. Él le contó cómo sucedió. Horas antes de ser ejecutado. Quise rebelarme. Y terminé acá. Andaba dando vueltas bajo el astro rey, cuando una de esas malditas me llamó desde una esquina. Empecé a correr. Corrí tan fuerte que casi se me sale el corazón por el pecho. De ve
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Vitta Nova
-¿Un sismo?-Si. No importa, ya pasará. Decime donde puedo encontrar a tu hermano.-Lo mandé a la farmacia Vitta Nova. -¿Es ilegal? Bety ejecutó una suave risa.-Si no saben ustedes…-Bueno, no importa. ¿Vitta Nova dijiste?-Si. ¿Algún problema?-Ninguno. Estoy a tres cuadras. En cinco minutos llamenme de nuevo. Inspectora, dijo Betiana para sí.   Leer más
Sexual II
Dos minutos después de que Reynaldo ingresara al túnel, las Persefones descendieron por la escalera al sótano. Era una cuadrilla de cinco de ellas, equipadas para la situación con sus pistolas Taser y los bastones. “Sexual” estaba detrás del mostrador.  Tenía la mirada puesta en una carpeta de anotaciones y una birome en la mano. A los ojos de las uniformadas parecía muy concentrado. Debajo del mostrador escondía una ametralladora Uzi japonesa, cargada, lista para usar. No había tenido tiempo de esconder a Zafra. Esos breves instantes los aprovechó para cargar la Uzi. Cuando las Persefones vieron en el suelo, en un charco de sangre a su capitana, inmediatamente
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El campamento
Reynaldo vomitó dos veces mientras avanzaba por el oscuro túnel hacia la escalera que, de seguro, chocaría con la cabeza. En las penumbras había aplastado con sus manos lo que parecían ser cucarachas, y sintió el cosquilleo de lo que, para su primeras náuseas, resultaba ser una rata pequeña.Los sonidos que emitía el pequeño roedor alimentaron la sensación de sofocamiento, por lo que aceleró sus movimientos a la par que maldecía en silencio.Solo podía avanzar gateando, sin ninguna coordenada que le indicase cuánto más tenía que soportar el aroma fétido a podredumbre.Cuando chocó con el final del túnel, asfixiado por el encier
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Masacre
Unas 6 patrullas de Persefones llegaron a la casa de Eduardo.Fue una carnicería.Arrojaron una bomba de gas por las escaleras del sótano. Cortaron el suministro eléctrico y descendieron 8 de ellas, cubiertas con una máscara de visión nocturna y para evitar la inhalación de gases tóxicos.Eduardo, confundido, quiso meterse por el pequeño túnel, pero fue imposible. Era como intentar sacar un elefante por una canilla.Las Persefones vieron el reguero de cuerpos, y entre ellas el de Zafra, aún con vida, moviendose lentamente. Ante esta situación, el furor se adueñó de ellas, y abrieron fuego sin miramientos, a todo lo que estaba delante de ellas. Leer más
Resultados inesperados
El día avanzaba a pasos agigantados. Como pocas veces la ciudad estaba conmocionada por un tremendo ataque a la seguridad, a la armonía, a la paz.La puerta del frente de la casa tenía marcado el número 5 en un fuerte rojo brillante.La uniformada, acompañada de tres compañeras más, golpeó a la puerta, con fuerza.Una vez que se abrió desde dentro, su rostro se volvió una piedra durísima, sin expresiones registrables.-¿Usted es Betiana Partava?Ella disimuló la sorpresa.-Si...si...soy yo...no  me digan que…-Su hermano, estaba en la
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¿Hermanos?
-Debemos decirle que es hijo de él. Nos va a costar caro esta jugada.-¿Y después qué? ¿Qué hacemos? ¿Vos le vas a impedir que se vaya?Barba blanca tiró el habano al piso con fuerza. -¡Hubiéramos sabido que estaba en esta ciudad…!-Lo que pasó no se puede cambiar. Ya está. Ahora hay que tratar de encontrar la manera de cuidarlo y de que no se entere, por lo menos por ahora…-¿Quién le va a decir?“Matute” abrió los ojos bien grande. -¿Qué te parece si yo le digo?Leer más