Ese primer mes en la selva colombiana fue una pesadilla. Pero Ethan no estaba dispuesto a correr riesgos, por lo que seguiríamos allí, hasta que Ryan apareciera, vivo o muerto. Esta última opción me congelaba la sangre. Pero no había vuelto a tener noticias suyas. Hablaba cada dos días con Noah, el pequeño era muy inteligente y sabía que algo estaba pasando. Finalmente, Ethan decidió decirle una verdad a medias. Le dijo que no era seguro que estuviera con nosotros, y que los "malos" estaban buscándonos, por eso no podíamos volver a casa. Pero eso solo consiguió preocuparlo más. Pero como siempre, nadie le decía qué hacer a Ethan Guerrero, ni siquiera su esposa.Un ruido me despertó súbitamente en la madrugada, estaba todo oscuro y generalmente solo se escuchaba la naturaleza a nuestro alrededor, así que era fácil saber cuándo algo no anda
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