Todos los capítulos de El Efecto Parusía 2. Comienza la conspiración: Capítulo 31 - Capítulo 37
37 chapters
Capítulo 31
Desierto Chihuahuense, Texas, Estados Unidos. Esa noche, durante la cena, Karen estaba preocupada por lo que le había revelado Hansen, quien notó que ella no le quitaba la mirada de encima a Gilbert. Era cierto que no era muy conversador, pero de alguna manera Joseph se las arreglaba para hacer que hablara con él y se sintiera cómodo con su presencia. A veces él la miraba por unos segundos y Karen pensaba que tenía la misma mirada de su hijo, pero un poco más enigmática y penetrante, y también intimidante, o al menos esa era la impresión que le daba. Tal vez estuviera condicionada por lo que acababa de saber. También observaba a Donna de vez en cuando, y se preguntaba cómo una mujer podía lidiar con el hecho de que tenía al mismísimo anticristo como hijo, y no hacer nada. Tal vez no lo sabía, y si lo sabía era el instinto mater
Leer más
Capítulo 32
Washington, Estados Unidos. La rueda de prensa no había sido fácil para Collins. Literalmente lo acribillaron a preguntas apenas pisó la sala de prensa y, aunque se lo esperaba, no estaba totalmente preparado para enfrentar la suspicacia de los periodistas, y más aún cuando los únicos sospechosos de los atentados estaban muertos. Al principio trató de enfocarse en los esfuerzos de su gobierno por terminar con la emergencia nacional por los atentados, pero no pudo, ya que uno de los periodistas le preguntó su opinión sobre lo que pasaba en el medio oriente y solo dijo que su cuerpo diplomático estaba en conversaciones con varios países para evitar un conflicto bélico en la región, y por allí se fue toda la rueda de prensa. Manifestó su sorpresa sobre las armas nucleares de Israel y el robo de las mismas, y comentó que había ofre
Leer más
Capítulo 33
Desierto Chihuahuense, Texas, Estados Unidos La noche anterior había sido muy movida en el complejo y Hansen no pudo dormir bien, preocupado por la continua llegada de más invitados. Cuando estaba dispuesto a salir para desayunar tocaron a la puerta de su habitación, abrió y se encontró con la sonriente figura de Harvey. Esta vez a Hansen le parecía una sonrisa forzadamente fingida.−El señor Richmond le espera en su estudio privado. Sígame, por favor.−No me había comentado que había un estudio privado.−No lo hice porque no está disponible para ustedes –le dijo Harvey en tono solemne mientras bajaban las escaleras−. Además de los aposentos del señor Richmond, por supuesto.Hansen encontró aquel comentario un poco grosero, pero entendía que no estaba en posición de replicarle,
Leer más
Capítulo 34
Washington, Estados Unidos. Collins apenas pudo conciliar el sueño, pero no durmió lo suficiente, pues antes de que amaneciera fue despertado por una llamada urgente por parte del Secretario General y del Presidente del Comité Militar de la OTAN, el inglés Frederick Williamson, y el italiano Almirante Guido Martinengo, respectivamente. Al llegar a la sala de telepresencia, se encontró con ambos personajes a cada lado de la gran pantalla frente a él.−Pido disculpas por la tardanza, señores –se excusó Collins, sentándose en el sillón tras el amplio escritorio al centro de la sala−. ¿La OTAN ya ha asumido una posición en torno al conflicto en el medio oriente?−Saludos, señor presidente –le dijo Williamson−. Le estamos llamando para comunicarle que Turquía ha solicitado ante el Consejo que se activen
Leer más
Capítulo 35
Tel Aviv, Israel. Hacía ya varios minutos que los cinco hombres hablaban animadamente en una de las habitaciones de la vieja casa en las afueras de la ciudad. Abinadab estaba afuera esperando, escuchó que un auto se detenía frente a la casa, se asomó a una ventana y vio a tres hombres bajándose del mismo. Los reconoció y se apresuró a abrirles la puerta, dejándolos entrar. Antes de cerrar se cercioró de que no hubiera nadie sospechoso en la calle.–¿Dónde están? –preguntó uno de ellos.–En esa habitación –Abinadab les señaló una de las habitaciones.Los tres hombres entraron en la habitación y se encontraron con los otros israelíes sentados en el piso sobre una alfombra, de inmediato acabaron con la charla.–¡Nuestros amigos, los gringos! –dijo uno de
Leer más
Capítulo 36
Tel Aviv, Israel En un viejo casucho construido en medio del desierto en las afueras de Tel Aviv, el grupo de mercenarios que habían perdido las armas nucleares se reagruparon en torno al comandante de la operación y el resto de sus compañeros, ofuscados por el atrevimiento de los israelíes. El comandante, un hombre afroamericano y de imponente presencia, acababa de darle la noticia a su cliente, arrojando el teléfono satelital sobre la mesa ante la cual estaba sentado. Miró con detenimiento a sus hombres y luego de unos minutos que a todos les pareció una eternidad, se levantó y les dijo, apoyando los puños sobre la mesa:–Señores, he informado a nuestro cliente los últimos acontecimientos, y para mi sorpresa, lo ha tomado muy bien, al punto que nos ha ordenado dejar el país inmediatamente.–¿Y el resto del pago? –pregunto uno de
Leer más
Capítulo final
Tel Aviv, Israel  Justin había aprovechado que sus amigos estaban ya borrachos cuando decidió irse del bar para buscar un sitio tranquilo para intentar llamar a su país. Se había robado uno de los todoterrenos de sus compañeros y ya estaba en las afueras de Tel Aviv cuando vio a lo lejos lo que parecían ser dos misiles desplazándose por el cielo israelí, casi al mismo tiempo, y después de unos segundos tomar ligeramente dos direcciones distintas acercándose a tierra. A los pocos segundos escuchó una fuerte detonación y vio cómo se alzaba una enorme nube de humo y polvo. En el bar había escuchado a uno de sus ex compañeros decir que los misiles robados habían sido lanzados ya contra Irán, por lo que supuso que aquellos que acababan de impactar en la ciudad habían sido lanzados por Irán en respuesta por el ataque inicial. Salió de la carretera y se detuvo como a unos doscientos metros de ésta en medio del árido paisaje. Ya estaba declinando la ta
Leer más