La doctora les dio un momento antes de acercarse, le dio a Lexie su tarjeta para controlar un poco el temperamento y atender lo que se conocía como ataques de pánico. La madre de Lexie se había preocupado demasiado pro si mal temperamento, al principio lo achacó a la edad, y la justificó. Todos los niños hacen berrinches, pero, conforme crecía entendido que su hija era tan rabiosa como ella. Entre sus listas de prioridades estaba atender ese pequeño defecto de su hija, sin embargo, la arrancaron muy temprano de sus brazos y quedó pendiente. La joven vio la tarjeta que le ofreció la doctora, era psicóloga y psiquiatra. La doctora se despidió y salió de la habitación. Berrocal se acomodó bien la ropa y tomó asiento en la silla, le envío unas indicaciones al chapas para que limpiaran el apartamento y quitaran del desayuno, pidió algo de almorzar para Lexie y la vio descansar. Pasaron unas tres horas en el hospital, Ada y Arturo entraron de fo
Leer más