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Todos los capítulos de Bajo la Sombra de un Homicida.: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo 80.
Saliendo de la clínica, llamé enseguida a Terry para contarle todo lo sucedido con el doctor Montgomery. Cada detalle, cada palabra, no omití absolutamente nada para que mi supervisor estuviese igual de impresionado que yo. Terry compartió mi idea de que el informe no era una evidencia cien por ciento relevante, pero que de todas formas utilizaríamos para probar la inestabilidad de la asesina.La idea en todo eso era ganarnos al jurado en el momento del juicio y así poderle dar justicia a los tres chicos que, de no ser por Juliana, hubiesen tenido una larga y excelente vida por delante.—Necesito que vengas, hay cosas pendientes por aquí —dijo, antes de colgar.La clínica quedaba cerca del Centro de Investigaciones así que no me tardaría mucho en llegar, fue cuesti&o
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Capítulo 81.
—Ahora que tenemos todas las evidencias, tenemos testigos, todo el material que inculpa a Juliana —hizo una pausa para generarle suspenso al ambiente—, emitiré una orden de arresto tanto para ella como para el senador, interrogaremos a Juliana y haremos presión a ver si suelta algo sobre Destine.—Su abogado no los dejará hablar —le recordé.—Su abogado está en un juicio en este momento —me informó con un tono malicioso, era el que utilizaba cuando pensaba algo macabro—. Tardará en llegar y para cuándo lo haga, Juliana se habrá roto.Era cruel, no lo negaré, pero así debían ser las cosas. Ella no era una chica común, una chica cualquiera, era una asesina y a los asesinos no se les trataba con gentileza.—Después de eso, convocaré una reunión con la fiscal para que hable con los testigos y rea
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Capítulo 82.
—Valerik Ivanóv ha tenido varios cargos como manipulación de drogas, tráfico de las mismas, asesinato, pero no pudieron concluir los casos por falta de evidencia —dije mientras leía el informe en mis manos—. Actualmente se desconoce dónde vive y solo tenemos el nombre de su hermano, Yurik Ivanóv.—Acusado por tráfico de menores —señaló Evanie con la carpeta de Yurik—. Tampoco finalizaron su caso por falta de evidencia.—Supongo que es obra del topo dentro de Narcóticos —comentó el jefe, inhalando hondo—. ¿Qué mierda hacían estos dos rusos en la habitación de Ford?Me encogí de hombros, igual de confundida.—Jordan y Hadley ya están buscándolos en las cámaras de la ciudad, están trabajando para capturarlos —informó la agente de criminología
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Capítulo 83.
A paso rápido caminé por el pasillo mientras le escribía un texto a Evanie. Quería preguntarle por dónde... ¡Hey!—Lo siento —se disculpó el chico con el que tropecé hombro con hombro.Más bien hombro con brazo porque yo era más pequeña que él.Elevé la mirada para poder insultar a mi agresor, pero se me olvidó hasta pestañear cuando noté que el agresor era Kade. Una sonrisa agradable se dibujó en su rostro haciendo que yo también la hiciera.Tonta, tonta.—Iba a buscar mi suéter —comentó señalando mi apartamento—. Pero creo que no es el momento.—No, de hecho voy de salida y es mejor que no entres ahí —le indiqué—. Owen y Clover están adentro haciendo preguntas.—Yo no les conté —se defendi&oacu
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Capítulo 84.
— ¿Estás bien, Cooper? —le preguntó Evanie a Hadley.—Sí, fue emocionante —opinó, curvando sus labios hacia abajo—. No sé por qué no hemos hecho esto antes.—Porque siempre lo hacía el jefe con Hicks —señaló Jordan, dejando una nota de aflicción al final—. Esto apesta.Mentiría si dijera que la ausencia de Hicks no marcaba diferencia en el equipo. La verdad es que él era quien le daba esa pizca de diversión al trabajo. Sin su presencia, la oficina se sentía común, rutinaria, agobiante; esperaba que a la hora del juicio, el jurado pudiese sentir empatía por el agente y permitirle seguir trabajando. Para Hicks, este trabajo era su vida, su futuro y su pasado, era algo más que un simple empleo y estaba segura de que no tenía ni la menor idea de qué hacer si perdía su licenc
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Capítulo 85.
—No puedo aceptar esto, Kade —repliqué con firmeza—. Es demasiado.Ghost me miró para luego rascarse la oreja.—Sí, no puedo hacerlo —me dejé caer sobre la cama fijando mi vista en el techo—. Quiero aceptarlo, fue un gesto lindo de su parte, pero no quiero que él crea que soy abusadora.Ladeé mi cabeza para ver al canino y observé cómo dejó de rascarse para luego salir de mi habitación.—Okey, buena charla, Ghost —dije levantando mi pulgar.—Buenos días, esclava laboral —saludó Clover caminando hasta la cama para sentarse al pie de la misma.— ¿Cómo es que entraste ayer y también entraste hoy al apartamento? —inquirí apoyándome sobre mis codos—. Yo no recuerdo haberte dado una llave.—No hace falta —se encogió de hombros a
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Capítulo 86.
—Kade es un buen chico —mencionó la morena—. Él es atento, agradable, arrogante en algunas ocasiones, pero humilde la mayoría del tiempo —me miró con seriedad—. Sé que no ha tomado las mejores decisiones en su vida, pero estoy segura de que esforzarse para que tú veas su verdadero yo, es el principio de una buena racha de decisiones.—Creí que las personas necesitaban más tiempo para sentir que de verdad les gusta alguien —expresé, sintiendo desdén.— ¿Sabes qué es amor a primera vista? —inquirió, yo asentí—. Suena muy cursi, quizás cliché, pero eso fue lo que sintió Kade, un flechazo —se acercó y pasó su brazo sobre mis hombros—. Tú, amiga mía, desequilibraste a Kade.<
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Capítulo 87.
—Valerik y yo fuimos a la dirección que nos dio el jefe —comenzó a relatar—. Habían muchos guardias así que estuvimos un rato esperando que alguno dejara su puesto —pude notar que le costaba un poco encontrar las palabras—. El momento llegó cuando se fue la electricidad en la casa y los que protegían el patio trasero se fueron al interior permitiéndonos a mí y a Valerik entrar por una ventana.Si eso pasó así, quería decir que Valerik subió primero, abrió la ventana, entró y detrás de él entró su hermano. Así encajaría su huella en el cristal y no la de Yurik.—Cuando entramos por la ventana, vimos a una chica rubia en la habitación con un trofeo en la mano —añadió.

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Capítulo 88.
No encontraron ningún tipo de diario o cuaderno donde Juliana pudo anotar sus planes contra Ford y Destine, pero sí algo esencial para utilizar su informe médico a la hora del juicio.En el baño dentro de la habitación de Juliana encontraron las medicinas prescritas por el doctor Montgomery; las que ella debía tomar para controlar sus ataques de ira, para equilibrar sus emociones, para que su cerebro lograse ser más asertivo. Todos los medicamentos que mantendrían su condición a la raya. Pero Evanie, junto al equipo de toxicología, descubrieron que las pastillas tenían más de seis años sin usarse, que incluso estaban en la misma cantidad que indicaba el envase. Estaban todos y cada uno de los medicamentos intactos.Eso, señoras y señores, significaba que la mujer no había estado controlando su condición durante los nueve años que dejó de
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Capítulo 89.
En fila india, entraron Hicks y el doctor Montgomery. Hicks esposado y escoltado por dos oficiales, y el doctor con su típico traje oscuro acompañado de su semblante analítico.—Está bien, quédense afuera, el señor Hicks no irá a ningún lado —les ordenó Terry a los oficiales—. Quítenle las esposas.Los oficiales obedecieron en cada una de las peticiones y luego se fueron cerrando la puerta.— ¿Cómo has estado? —le preguntó el jefe a Hicks.Él sonrió con un poco tristeza.—Mi esposa y mi bebé están a salvo así que bien —respondió masajeando sus muñecas—. Convivir con delincuentes es un sueño.—Veo que no abandonas el sarcasmo —comenté con un tono burlón.Extrañaba a ese idiota.—Convivir ta
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