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Todos los capítulos de La hija del Alfa: Capítulo 51 - Capítulo 60
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
Vamos a toda velocidad por la carretera, cuando el móvil que mi Beta me dió antes de salir de la casa de la manada, comienza a sonar. Yo hago un gesto con la mano a mis acompañantes, y ellos entienden rápidamente que les estoy pidiendo que aminoren la velocidad, hasta encontrar un hueco en el que poder detenernos. Saco el móvil del bolsillo de mi chaqueta, y presiono el botón de aceptar la llamada. - ¿Michael? .-Pregunto yo. - Si, Denzel. Verás, uno de los equipos de búsqueda, ha localizado el rastro de Emerald. - ¿Qué? ¿Está bien? ¿Le han hecho daño? - Denzel, escúchame bien, no han localizado a la chica, por el momento lo único que tienen es su rastro, pero todos están seguros de haber captado su olor. Te mando su ubicación a este teléfono para que podáis desplazaros a la zona, ya que sois el equipo más cercano a ellos, y supongo que un poco de ayuda no les vendría mal en caso de que haya que luchar. - Por supuesto, en cuanto estemos allí, t
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La granja
Después del incómodo trayecto en la camioneta, envuelta en la pestilente manta, y golpeándome por todas partes, cuando el coche se detuvo por fin, me sentí aliviada en cierto modo. Aunque no eran tan ingénua como para no sospechar lo que me aguardaba una vez me hubieran encerrado en la nueva localización, durante unos breves instantes, podría disfrutar de paz. No es que me encontrara cómoda, ni a gusto, pues el cuerpo me dolía horriblemente, y la peste del pescado se había pegado a mi piel, y había inundado mis fosas nasales hasta el punto de no ser capaz de distinguir mi propio olor. Pero al menos así, quieta, me sentía en un estado cercano a la tranquilidad.Aunque pronto perdí eso también, pues unos brazos fuertes me agarraron por la cintura y me arrancaron de la parte trasera del vehículo. Al cogerme, la ma
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
Entre Albert y Danisa han conseguido crear un retrato del compañero de aula de Emerald, y adicionalmente, Danisa me ha dicho que recuerda lo que ella le contó sobre este hombre de extrañ comportamiento. Al parecer conduce una camioneta, vive en una granja a las afueras de la ciudad, y es varios años más mayor que Emerald. Según él mismo confesó, hasta poco tiempo antes había llevado una vida llena de vicios, que lo habían hecho desviarse de los estudios, y alejarse de amigos y familia.Con esa descripción en mente, empiezo a perfilar en mi mente a un perturbado que se ha acercado a Emerald solo para establecer con ella un débil vínculo y sonsacarle necesaria para secuestrarla poco después.En primer lugar, nos dirigimos al instituto, allí está todo cerrado, y puedo ver varias puertas protegidas con alarmas para evitar robos. Pero no pasa nada, porque tras un
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Cazadores
Miré el sádico hombre con la cara desencajada por el dolor y la incredulidad. No acaba de entender como podía mantener su impertérrita sonrisa mientras colocaba el cuchillo en mi mano y me arrancaba una uña tras otra. Cuando acabó con el meñique de la uña derecha, pensé que iba a desmayarme de dolor, pero él me mojó la cara con agua fresca, y me dio unas leves palmaditas en la mejilla para que no perdiera el sentido.- Emerald, bonita, no puedes perderte el espectáculo.Yo intenté protestar, pero me encontraba tan desfallecida, que ni siquiera fui capaz, lo único que pude emitir fue un sollozo ahogado ante la visión de mi mano.- Eh, eh,no me mires así, tú sola has buscado que te hiciera ésto, te has estado portando como una malcriada, aunque tampoco me sorprende en vista de la figura paterna que has tenido.- No hables de mi padre
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
- Tal vez pueda ayudaros.- dijo Clark.- ¿Y por qué querrías hacerlo después de como te hemos tratado? Te hemos asaltado, de madrugada, en tu propia casa, te he dejado la cara amoratada…Danisa me dio un codazo que se clavó en mis costillas, y me hizo rugir de dolor, la miré inquisitivo, pero su expresión de enfado me hizo permanecer callado.- No lo hago por ti, de hecho, si el. Secuestrado fueras tú, creo que hasta me alegraría. Pero me gustaría hacerlo por Emerald, es una buena chica.- Si que lo es.- dijo Danisa.- la única amiga de verdad que he tenido en los últimos años.- Es que tú nunca gustaste mucho a las chicas, Danisa, supongo que te tenían miedo, o envidia, o ambas cosas. Ya desde adolescente eras muy segura, y nunca te detenías cuando querías conseguir algo.Danisa tenía un gesto tierno mientras e
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
En cuanto Beta Michael y yo leemos la nota, me quedo rígido. Si lo único que quieren para dejar en paz a Emerald es que yo me entregue, no hay problema, lo haré sin pensarlo. - Chico, ya puedes volver a tu puesto.- le digo a guardia que nos ha traído la nota. Él me mira cabizbajo, asiente con la cabeza, y leo el alivio en sus movimientos, cuando le solicito que vuelva a su puesto.- Denzel, espero que no se te ocurra, ni por un momento plantearte la barbaridad que te piden en esa nota.Noto el temblor en la voz de Michael, y sé que está tan furioso yo, pero él siempre ha sido mucho más capaz de controlarse.- Michael, no tengo opción, ya has visto el sufrimiento que está pasando, ¿aún crees que puede estar de acuerdo con esos bárbaros?- Pues claro que no. Ni te imaginas cuanto me duele pensar en el sufr
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Dejadme en paz
No sé cuanto tiempo llevo dormitando, y si, digo dormitando, porque lo que estoy haciendo no se puede llamar de otra manera. Mi cuerpo no está descansando, sino que más bien ha entrado en una especie de letargo del que le cuesta salir. Ahora me siento un poco más espabilada, y a pesar de la niebla que empaña mi mente, algo me ha sacado del sopor en el que estaba sumida. Me giro hacia un lado, y veo a una mujer curándome las heridas.- Perdóneme, señorita Emerald,  yo nunca quise que usted sufriera ningún mal.- ¿Enfermera?Trato de distinguir los rasgos de la buena mujer, pero me resulta imposible, pues va totalmente tapada. Su voz es idéntica a la de la enfermera de la manada, pero sé que eso no tiene ningún sentido, porque si fuera ella, no estaría aquí,
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
Cuando entro en la casa de la manada con Michael, ambos nos miramos con orgullo. Yo porque he visto que realmente me es leal, es capaz de dejar que le disparen si de ese modo me salva la vida; él, porque en el fondo está orgulloso de que haya antepuesto a Emerald, porque ese es el modo en que se comporta un buen Alfa, antepone las necesidades de los miembros de su manada, a las suyas.Ambos nos encaminamos hacia su despacho, pues ahora si que si, necesitamos poner en marcha un plan de ataque, y al entrar, nos encontramos con Danisa. Está de espaldas,mirando por la ventana, pero aún así es inconfundible. Su pelo revuelto, su ropa llamativa, y su pierna inquieta, moviéndose, a la espera de que lleguemos.Miro en dirección a Michael, y puedo ver su mirada de afecto al contemplar la silueta de Danisa. Sé que lo que ellos tienen no es algo serio, pero aún así soy consciente de cuanto le importa esta mucha
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Desde la perspectiva de Alfa Denzel
- Denzel, vamos, te estábamos esperando.- me dice Michael.Me abre la puerta de un coche, y me subo sin siquiera mirar quien viene con nosotros. Una vez en el interior, me encuentro con el líder del anterior grupo de búsqueda, el hombre que encontró el rastro de Emerald por última vez; con el guardia Cupboard, y con Michael como conductor. Yo decido sincerarme con ellos sobre la última información que he recibido, y que imagino que ellos no conocen.- Señores.- comienzo yo.- me encuentro en la obligación de informarles sobre un paquete que ha sido recibido hace menos de media hora. Afortunadamente he podido abrirlo antes de dirigirme hacia el punto de encuentro.- ¿En serio?.- dice Michael.- ¿de qué se trataba?Puedo detectar cierto tono de miedo en su voz, supongo que porque teme que se trate de otra parte de Emerald, pero lo disimula muy bien.- Era un telé
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Despierta
Cuando al fin consigo abrir los ojos, después de lo que e ha parecido una eternidad, me siento terriblemente fatigada, y sedienta. Y asustada, trato de mirar a mi alrededor, pero no reconozco la habitación en la que me encuentro, y por lo que sé, bien podría ser otro ardid de mis captores para hacerme creer que estoy segura, y luego volver a tratarme mal. Giro levemente la cabeza, tratando de no hacer ruido, pues lo único que quiero es observar bien los detalles del cuarto en el que me encuentro. Pero mi movimiento no pasa desapercibido, pues detecto como alguien se pone en movimiento rápidamente. Trato de encogerme en la cama, pero no puedo, y pronto tengo dos ojos fijos en los míos. - Amiga, ¡has despertado! - ¿Danisa?.- pregunto yo con cierto recelo. -  Pues claro, ¿quién más iba a ser? - ¿Dónde estoy? - En tu casa. Ya, supongo que esto debe de resultar muy confuso para ti, pero no te
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