No sé cuál es la razón detrás de todo esto, pero algo no me gusta de esta situación. No tenía más opción que hacer todo lo que me pida. El lugar era demasiado amplio, jamás había asistido a un lugar así. No reconocía a nadie, tampoco podía localizar al Sr. Akira entre tantas personas. No debo cometer ningún error o ese demonio me hará sufrir las consecuencias. Solo espero que nadie se me acerque.—¿Quiere una copa, señorita?—Por supuesto— accedí, a pesar de que jamás he tomado en mi vida.—Buenas noches, hermosa dama — me dijo un desconocido.—Buenas noches— sonreí tímidamente.A pesar de no saber quién era y, de ser una persona bastante mayor, no podía ignorarlo.—¿Desea bailar esta pieza conmigo, hermosa dama? — ex
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