Abrí los ojos. ¿Uh? ¡El sol! Si ¡hoy es el día! Mamá y papá se casarán.¡Siii! ¡Por fín! Me incorporé en la cama, a mi lado estaba Estrella, mi hermanita de siete años, dormida. En el piso, en colchonetas, Rafael mi hermanito de ocho años, Manuel y Guillermo, los hijos del tío Emanuel, gemelos de cinco años, dormidos y muy bien dormidos, también Yackeline solita en una cuna cerca de la ventana, chupando dedo, ella del tío Diego, tenía dos años y respiraba como toro. ¿Cómo saldría de ahí sin despertarlos? Volví la cabeza a la almohada, miré el techo, la filtración también me miraba a mí. Piensa Lourdes piensa.La puerta se abrió de a poquito y la tía Melina asomó la cabeza, ¡ah, mis salvación!-T&ia
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