El fin de semana pasó sin novedades, yo estuve bajo las cobijas todo el domingo y parte del lunes, Gary calentó comida y trató de sanarme con infusiones, veía la televisión a mi lado o escuchaba la radio, sorprendido de que me doliera tanto el vientre, cosa que nunca me había sucedido.El lunes en la tarde tuvo que ir a trabajar me dejó arropadita y somnolienta, besó mi frente y partió.Apenas escuché que se cerraba la puerta y sus pasos se alejaban por la vereda salté de la cama, fui a la ventana y lo vi alejarse, despreocupado.Tomé mi maleta de mano y busqué mis cosas más importantes, mudas de ropa interior, prendas de mamá, sandalias y zapatos cómodos, faltaba ubicar el corazón, lo había guardado en un lugar seguro al ver que él hurgaba en mis cosas, en sus medias, y ahí estaba, brillante para mi.-¡Vo
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