Fue un día largo, esperando la llamada del capitán Morris, pero pasó el mediodía, la tarde, llegó la noche y no llamó.No se había podido concentrar en el trabajo, su mente era un caos. Por un lado, estaba disgustado consigo mismo por tan sólo permitirse tener una esperanza. Podía ser que todo fuera una coincidencia, y su relación estaba realmente muerta. Podía ser que todo era producto de su necesidad de justificarla, y su enfermiza obsesión por regresar con ella. Su boca no lo decía, se mostraba disgustado cuando la mencionaba, pero en su corazón no hacía sino pensar en ella, pensar en esa época en que ambos eran felices, compatibles, amigos… y amantes.Estaba enfrentando a una Marissa egoísta y supremamente cruel, que incluso ahora se estaba viendo con otro hombre, contra una Marissa buena que lo había amado. Pero como la segunda era l
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