La lluvia golpeaba la cabeza de la loba apenas consiente cono puñales helados, aunque estos no llegaban a su rostro resguardado en la ancha espalda delante de ella. Raven se permitió aspirar un poco la fragancia de su acompañante permitiendo calmarse haciendo que tanto el dolor que la recorría, así como el calor que recorría su zona inferior y que la estaba humedeciendo en contra de su voluntad, se calmara medianamente, solo que no esperó que el efecto fuera contrario y que la hiciera temblar de ansiedad. El que estaba junto a ella era Lawson, el mismo Lawson de siempre. El que a pesar de ordenarle volver sin ella, lo había ido a buscar y rescatado.Y su cuerpo lo estaba reclamando como suyo. Así de fuerte era el celo, el enlace entre ellos. El destino que ambos compartían. Y dios, se estaba volviendo loca. En serio. Era demasiado.Nunca pensó que se sentiría de cierta forma feliz de verlo y esta vez podía decirlo de corazón a pesar de sus emociones enredadas en ese prec
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